"Estamos creando un espacio nacional que se refiere en una candidatura presidencial y que los partidos van a intentar recrear en las provincias, pero si en los territorios no se coincide, eso no va a ser un obstáculo para el armado nacional", aseguró a Télam Alicia Ciciliani, diputada y secretaria del Partido Socialista.
Uno de los escenarios más complejos es el de Córdoba, donde la UCR y el juecista Frente Cívico mantienen diferencias insalvables y, de hecho, días atrás el senador Luis Juez anunció la ruptura del diálogo con Ramón Mestre por denuncias de corrupción que salpican a dos funcionarios del intendente radical.
En Entre Ríos, a su vez, persisten las rispideces entre el socialismo y la UCR, los que compitieron en listas separadas en las últimas elecciones -luego del portazo que el GEN le dio al radicalismo- y perdieron así la posibilidad de obtener el tercer senador por la provincia.
Con dificultades similares se presenta el armado en Neuquén, donde el radicalismo y las demás fuerzas progresistas carecen de un referente de peso, más allá del intendente Horacio "Pechi" Quiroga, radical recientemente enrolado en las filas del massismo.
"Cualquiera sea la resolución en las provincias no va a afectar el armado nacional", insistió Ciciliani y, como ejemplo, apuntó que en el 2011 la coalición de socialistas y radicales que gobierna Santa Fe mantuvieron su unidad en los comicios provinciales, pero se dividieron a la hora de apoyar a sus candidatos presidenciales: Hermes Binner y Ricardo Alfonsín.
La diputada advirtió que la suerte de las construcciones territoriales dependerá de la "madurez política" de los dirigentes, pero advirtió: "Nos estamos multiplicando, no dividiendo".
Después de la presentación del 22, que tiene entre sus objetivos enviar un contundente mensaje de unidad a las provincias, el trabajo empezará a desgranarse en la conformación de mesas distritales, integradas por dirigentes de cada partido con representación local.
Fuente: Télam