El IPV optó entonces por entregar las casas en un inédito operativo fantasma, sin actos ni anuncios, entregando las llaves a los beneficiarios, discretamente y a domicilio, durante la noche.
Fuente: lavozbelicha.com
Ahora, para evitar que renazca el conflicto, se anunció que la Provincia cederá materiales y el municipio pondrá la mano de obra, para que aquellos que se sintieron ilegítimamente postergados puedan acceder a la vivienda propia.
De todas formas, esta decisión no corrige la irregular entrega ya consumada, ya que aquellos que recibieron una vivienda social teniendo su propia casa, se quedarán con las dos unidades habitacionales.