La labor se canaliza a través de una red de espacios verdes, que unificará los espacios verdes de nuestra ciudad. Así, surgirán en el corto plazo dos nuevos parques en el norte y sur de la ciudad, sumándose a las plazas ya existentes, plazoletas, parques lineales y corredores verdes, también a implementar, que pueden consistir en senderos naturales o bien calles arboladas.
Con la promulgación de la ordenanza 3973 en noviembre del 2005, quedó reglamentada la implementación del Código de Arbolado Urbano, que permite la puesta en marcha y monitoreo de las especies instaladas en la vía pública.
De esta manera, se asegura la conservación de los géneros existentes, en atención al cuidado de las necesidades orgánicas, como riego o poda, y fitosanitarias o de enfermedades que pudieran surgir.
La municipalidad dispuso un equipo interdisciplinario, que a través del PUA, trabaja en la conservación de las especies ya instaladas. Desde esa área, el técnico en parques y jardines David Herrera explicó que “el vecino tiene la obligación de informar al municipio acerca de cualquier cambio que quiera realizarle a la o las especies de su espacio de vereda”, según lo dispuesto por la misma ordenanza.
Actualmente el centro histórico de la ciudad, comprendido entre las cuatro avenidas principales, cuenta en su mayoría con una especie de naranjo amargo. Según Herrera, “este género es propicio para nuestro ejido por su tronco de fuste pequeño”, y agregó que “se va a continuar plantando tevequias, que son especies de fuste chico pero con copas de menor dimension que los naranjos y lapachos”.
El objetivo del municipio es unificar el criterio en la plantación de árboles y lograr la concientización del cuidado de las especies por parte del vecino.