La historia argentina es prístina respecto de la neutralidad frente a los distintos conflictos internacionales. En efecto, luego del asesinato del archiduque de Sarajevo, en 1914, y la declaración de guerra del Imperio Austrohúngaro a Serbia, Alemania envió un ultimátum a Francia e inició operaciones contra Rusia.
La Primera Gran Guerra estalló en agosto de 1914, durante la presidencia de Victorino de la Plaza, quien gobernó hasta octubre de 1916. El jefe de Estado no dudó en declarar neutral al país. Desde esa fecha y hasta el final del conflicto, el 11 de noviembre de 1918, Hipólito Yrigoyen ratificó esa política, expulsó al embajador Alémán de Buenos Aires ante distintas ofensas proferidasy gambeteó permanentemente la presión de Estados Unidos.
La Argentina, en un documento basado jurídicamente en las recomendaciones de la Conferencia Internacional de La Haya, proclamó su neutralidad y mantuvo hasta el final una políticaindependiente, que entonces se calificó como "activa y altiva".