"No pueden ser los mismos funcionarios que permitieron el vaciamiento de YPF los que firmen el acuerdo", señaló el legislador y dijo que "así como está planteado" no lo apoya. Para Milman, los acuerdos "pueden ser buenos o malos, pero necesitan el control para que la Argentina tenga transparencia y no oscurantismo sobre estos programas".
Si bien se mostró crítico con el reciente convenio entre los gobiernos, aseguró estar "a favor de que se haga un acuerdo con España porque -la expropiación- fue "absolutamente extraña", explicó Milman-.
"La estatización realmente no fue una estatización porque cuando desde el Congreso se requirieron los informes de los acuerdos entre YPF y Chevron, la respuesta fue que son cláusulas escritas de empresas privadas. Lo que es cierto, porque YPF hoy está regido por la ley de sociedades, es una sociedad anónima, no es una sociedad del Estado. Por eso yo le solicité a los presidentes de ambas cámaras que constituyan una comisión bicameral que viene de la década del 90 que es la comisión de seguimiento de las privatizaciones. Si no no tenemos control sobre estas empresas que están firmando acuerdos", afirmó.
El legislador del GEN advirtió además que "podría estar violándose la Ley de expropiación que el propio Gobierno utilizó para obtener el paquete mayoritario y el control de la compañía".
"Estamos de acuerdo en que la Argentina debe tener una empresa propia de energía y yacimientos petrolíferos, pero planteamos que también debe expropiarse el porcentaje que tiene la famlilia Eskenazi, que es un porcentaje de una empresa radicada en Australia, pero esto no se hizo", recordó Milman.
“A pesar de sostener que YPF es del Estado argentino, es una empresa privada y está fuera de control. Las empresas privadas que cumplen servicios públicos deben tener un órgano de control que no está funcionado”, reiteró.
Por último, respecto de lo que generó la reestatización parcial de la compañía petrolífera, el diputado opinó que "los cambios son de forma pero no de fondo". "Hoy tenemos una empresa mal explotada, mal administrada, funcionarios que se enriquecen y desconocimiento de qué se hace con los fondos que tiene la empresa. Ocurrió en la década del 90 y vuelve a ocurrir ahora", advirtió.
Fuente: infobae.com