Natalia Fernández, de 26 años, quien trabaja en un restaurante cercano al lugar donde vivía el fiscal fue convocada como testigo en la escena del hecho por la Prefectura.
Durante los días previos había remarcado que contó "la verdad" y que su relato "no es ningún cuento de fantasía". También respondió las críticas de la fiscal: "Yo me voy a hacer cargo de lo que digo".
Fuente: diario26.com