A las 11 de la mañana, el show ya estaba dispuesto para que un director baje la orden pero eso no pasó. El juez, Ariel Lijo, determinó que los pedidos de la defensa de Boudou no tenían sentido, de esa manera, la pantalla gigante que se instaló sobre uno de los ingresos de tribunales se dedicó a pasar vídeos del programa 678 y contenido de la productora de Diego Gvirtz.
El falso cine tampoco duró mucho. Pasado el mediodía un camión y equipo técnico desarmó la pantalla y con eso se terminó la ilusión de la transmisión en directo. Los municipios de Berazategui, Quilmes, Avellaneda y Mar del Plata hicieron llegar sus colectivos con militantes.
También dijo presente con una columna el Sindicato de Personal Legislativo y miembros de la Casa de la Moneda. No hubo figuras de La Cámpora, ni funcionarios o miembros de la política. Nadie se animó a llegar a los tribunales federales para cimentar su apoyo a Amado.
En las pocas horas que duró el aguante "militante" hubo cantos contra el Grupo Clarín y no mucho más que eso. Cuando el reloj marcó las 13:30, los colectivos comenzaron a levantar gente y Comodoro Py quedó solo con presencia periodística. En el tercer piso, donde declaraba el vicepresidente, ya se degustaban empanadas de jamón y queso, carne y roquefort. Llegar hasta el pasillo del despacho del secretario del juzgado de Ariel Lijo fue imposible ya que todos los accesos fueron bloqueados por personal de la Policía Federal. La estrategia de la defensa fue mostrar que Amado no está solo y que la imagen de su ingreso a la indagatoria no sea en soledad y custodiado. Eso, como primera medida, funciónó. Luego, todo se diluyó.
A las 17, comisarios de la Federal encargados del operativo de seguridad se encargaron de diagramar junto a protocolo del Senado, la salida del vicepresidente, para que cada uno de los periodistas pueda tener la palabra de Boudou que sólo pidió "no ser rodeado" y no tener prensa en sus espaldas.
La indagatoria del vicepresidente terminó. Ingresó acompañado de la militancia, se retira solo, con el sol casi guardado. Quizás, una imagen propia de la política y su ruleta rusa.
FUENTE: infobae.com
