Ambos comparten haber trabajado para el Instituto Republicano Internacional (IRI), una organización creada en 1983 con el objetivo de llevar el pensamiento neoliberal del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, a América latina.
Smith participó en esta asociación como observador de elecciones en países como Ucrania, Georgia y Kenia.
Llegó a esas misiones como jefe de personal del senador republicano por California, David Dreier, quien dejó su banca este año tras una larga carrera en el Congreso que empezó en 1981 de la mano de Reagan.
En ese cargo, el jefe de los observadores del referendo en Malvinas, calificados por el Penguin News como "imparciales" e "independientes", tejió una gran relación con el gobierno británico, al punto que tuvo a su cargo como interno a Euan Blair, hijo del ex primer ministro Tony Blair.
Por su parte, Henao es un estadounidense de origen colombiano, graduado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Washington, en la ciudad homónima, según algunas páginas de Internet que trazan su perfil.
Trabajó para el Ejército de Estados Unidos y para distintos organismos del gobierno de ese país y luego, entre 2006 y 2012 fue máximo representante del IRI en México.
En su página Web, la organización destaca que no tiene vínculos con el Partido Republicano, pero al frente de su junta de directores está el ex candidato presidencial John McCain y el titular de la asociación es Lorne Crane, ex asistente del Secretario de Estado Colin Powell.
IRI recibe fondos del gobierno de Estados Unidos, además de organizar galas para recaudar dinero, las más exitosas realizadas en honor al ex presidente George W. Bush y su esposa, Laura Bush.
La organización quedó acusada de apoyar, a través de financiación y entrenamiento, campañas de desestabilización que derivaron en golpes de Estado en Venezuela, Haití y Honduras.
En el 2002, tras el derrocamiento del recientemente fallecido presidente Hugo Chávez en Venezuela, el IRI envió un comunicado celebrando "el nuevo futuro democrático".
El libro "El Código Chávez: Descifrando la Intervención de los Estados Unidos en Venezuela", de la investigadora Eva Golinger, revela que la organización conservadora financió, asesoró y entrenó a la oposición para llevar adelante el golpe.
La injerencia en Haití quedó evidenciada en el documental "Haití: la democracia deshecha", donde el entonces embajador de Estados Unidos en el país caribeño, Brian Dean Curran, explicó que el IRI socavó todos sus intentos de lograr un acercamiento entre el presidente Jean-Bertrand Aristide y la oposición.
La institución, que en el 2004, momento del golpe, recibió de Washington 36 millones de dólares, también es señalada por financiar la sublevación.
Antes del derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en 2009, la organización destinó casi 700 mil dólares a programas de "buen gobierno" en países como Honduras, y luego financió con más de medio millón de dólares la campaña que terminó con el nombramiento de Roberto Micheletti.
Tres meses antes del golpe, el IRI dio una conferencia donde una de sus directoras habló de la "corrupción", "violencia" y "narcotráfico" que causan "las tendencias izquierdistas de Zelaya".
"Se pensaba que los golpes de Estado eran algo que ocurría hace tres décadas, hasta ahora", señaló, premonitoriamente, la mujer.
Fuente: Télam
