Por el asesinato están acusados y detenidos el secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza; su segundo Juan Carlos "Gallego" Fernández y otras ocho personas, entre ellas el presunto barrabrava Cristina Favale y el ferroviario Gabriel Sánchez, sindicados de ser los autores de los disparos.
Por eso esta tarde, a un año del asesinato del joven militante de Avellaneda, habrá una movilización desde las 17.30, en la esquina de Avenida de Mayo y Paraná, donde los manifestantes exigirán "juicio, condena y prisión perpetua a Pedraza y a toda la patota que asesinó a Mariano Ferreyra e hirió a Elsa (Rodríguez, una militante del PO que participaba también de la marcha) y a los otros compañeros".
Según se indicó a través de un comunicado de prensa –firmado, entre otras agrupaciones, por la Coordinadoracontra la Represión Policiale Institucional (Correpi), CTA Nacional, la Federación Universitariade Buenos Aires (FUBA), el Polo Obrero y la Corriente Clasistay Combativa (CCC)–, también se reclamará "juicio y castigo a los policías, responsables políticos y empresariales cómplices del crimen".
"Que los policías sean juzgados por lo que les cabe, partícipes necesarios de un homicidio. La movilización popular logró encarcelar a José Pedraza y a la patota que, bajo sus órdenes, perpetró el asesinato. Pero a pocos meses del juicio oral, los policías que liberaron la zona para que actúe la patota siguen en libertad, y se los juzga por un delito menor, contando con el respaldo jurídico del Ministerio de Seguridad", se agregó.
El ex jefe de la Superintendencia Metropolitana de la Policía Federal Hugo Lompizano está procesado por liberar la zona de Barracas, junto a otros seis oficiales de la fuerza de seguridad.
En el comunicado se indicó que "tampoco han sido sentados en el banquillo los empresarios de la UGOFE, que licenciaron a la patota criminal por pedido de la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria".
Ferreyra fue asesinado el 20 de octubre de 2010 durante una protesta de trabajadores tercerizados en el barrio de Barracas, donde se exigía el pase a la planta permanente en la Línea Roca.
Los trabajadores fueron agredidos a balazos por un grupo de personas que, al parecer, fue reclutado especialmente para reprimir la manifestación y que habría tenido contacto telefónico con los máximos dirigentes de la Unión Ferroviaria.
Como consecuencia del ataque, Ferreyra, que era dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), recibió un disparo en el pecho que le causó la muerte.
Fuente: infobae.com