Ante la crítica infundada vertida por el Sr. Diácono Horacio Machado creo necesario hacer pública una apretada síntesis de los fundamentos y los objetivos de las nuevas políticas sociales, particularmente del Programa Alimentario "Nuestro Futuro" en el que, por desconocimiento seguramente, centra su oposición y al que hubiera conocido en detalle de haber asistido a la reunión que se realizó en el Salón Auditórium del Ministerio de Salud, el día viernes 22 de julio con una muy importante presencia de integrantes de Cocinas Solidarias, Hornos y Comedores Comunitarios, quienes manifestaron su acuerdo y disposición para el trabajo conjunto en aras del logro de los objetivos que compartimos.
Nuestro planteo
* La sociedad argentina en su conjunto y por lo tanto la catamarqueña, se debate en un estado de crisis profunda atravesada por múltiples factores de disgregación léase desocupación, marginalidad, subversión de valores, destrucción de la cultura del trabajo y de la de apego a la legalidad, debilitamiento de las instituciones rectoras (Justicia, Iglesia y Familia) y, en un círculo de causas y consecuencias que se retroalimentan: alcoholismo, drogadicción, maternidad y paternidad irresponsables, dilución del sentido nacional, impotencia e incapacidad para encarar un proyecto de vida superador en lo personal y lo sectorial.
* Si alguien, aún hoy, pretende sostener que el mero asistencialismo coyuntural puede, vía entrega de bolsones, subsidios, medicamentos o pasajes, resolver este estado de cosas, se equivoca de cabo a rabo.
* Por supuesto que no se puede desatender la demanda de lo urgente, pero esto no basta porque no cambia nada.
* Por ello, no nos quedamos en la sola asistencia del problema individual, sino que planteamos POLÍTICAS de PROMOCION DEL DESARROLLO SOCIAL, que ataquen la complejísima problemática señalada, en sus raíces, con objetivos que sabemos de muy largo plazo porque implican cambios culturales y sociales que sólo pueden medirse en términos generacionales, pero que no por ello deben desecharse: no se alcanza la meta de un camino que no se empieza a transitar.
* Necesitamos del desarrollo económico y productivo pero éste jamás será sustentable si no se afianza sobre la base del CAPITAL SOCIAL, en una relación circular de beneficio recíproco.
* Entendemos, en consecuencia, la cuestión social como un eje estructurante de Políticas de Estado Activas que comprometen a todos y cada uno de los estamentos y poderes del Estado, al capital privado productivo y a la sociedad civil organizada en su conjunto, para apuntalar, a partir del fortalecimiento de la familia, célula primera de toda organización social, este proceso -arduo- hacia el Desarrollo Sustentable que anhelamos.
Dejando de lado, por razones de espacio, la explicitación de otros programas que hacen a la mejora integral de la calidad de vida de las familias, el Programa de Promoción Socio Alimentaria para el Desarrollo Sustentable "Nuestro Futuro" (su sólo nombre ya indica que aspira a mucho más que la simple provisión de comida), se inscribe en el contenido conceptual reseñado. Por eso pretende, entre otros objetivos:
1. Volver a reunir a la familia en torno a la mesa del hogar, ámbito primero de cohesión, contención, orientación, pertenencia e identidad.
2. Devolverle a los adultos la libertad de elegir, la autonomía para decidir y con ello, la responsabilidad primera de suministrar el alimento a sus hijos.
3. Promover formas de asociativismo y compromiso con el grupo comunitario, donde cada uno se asuma como "responsable solidario" de los objetivos comunes desterrando el aprovechamiento ocioso del esfuerzo de unos pocos.
4. Construir ciudadanía, lo cual implica no sólo el conocimiento y la defensa de los propios derechos, sino también el hacerse cargo de las obligaciones que a cada cual competen como miembro de esta sociedad.
5. Crear conciencia de que la maternidad y la paternidad son actos de responsabilidad suprema que dignifican la vida.
6. Reconstruir la cultura del trabajo y la autoestima que deviene de los logros por esfuerzo propio y solidario.
7. Mejorar, en calidad y cantidad, las provisiones que reciben las familias en condición de indigencia y extrema pobreza así como el suplemento nutricional de los niños en la escuela y la atención médico asistencial de niños y embarazadas (niños desde el momento de su gestación) con trastornos de la nutrición. (Todos los detalles de organización, implementación y presupuestarios están siendo expuestos en reuniones de explicitación y debate y se encuentran a disposición de quien los requiera)
8. Reconvertir paulatinamente los Comedores Comunitarios en Centros de Participación Ciudadana, orientando ese valioso capital de esfuerzo solidario hacia otras formas asociativas de beneficio comunitario.
9. Reconvertir los Comedores Infantiles, hoy meros "comederos" para los más chiquitos, en Centros Integrales de Atención Infantil , en los que la actividad central sea de apoyo para el desarrollo psico madurativo -estimulación temprana, educación por el arte, el deporte, el apoyo escolar- y la secundaria, el suplemento nutricional.
10. Que la Escuela, recupere al fin, fortalecida en sus objetivos esenciales, el poder motivador del aprendizaje como base imprescindible y sólida del futuro que pretendemos.
No es tarea sencilla ni de corto plazo, de una gestión de gobierno ni de un sector político. Es, por el contrario, motivo de un compromiso superior que no puede estar sujeto ni depender de intereses sectarios, mezquinos, irrelevantes.
Por esto, le decimos al Sr. Diácono Horacio Machado:
a) No necesitamos "rebajarnos" para hablar con los pobres, porque no somos más que los pobres, sólo tenemos la responsabilidad temporaria de planificar y ejecutar políticas que les permitan mejorar sus condiciones de vida y sus posibilidades de futuro.
b) En la construcción de esta Red de Gestión Pública - Privada - Social, cada cual cumple el rol y la responsabilidad que circunstancialmente deba asumir, sin que cualquiera pueda arrogarse la soberbia de creer que desde una oficina pública, tras muchas horas de trabajo, preocuparse y ocuparse, no se tomen decisiones fundamentales a favor de los pobres, aunque no quede tiempo para sentarse a tomar mate con ellos.
c) No es éste un proyecto de muerte sino de promoción de vida digna e independiente, que duplica y hasta triplica la canasta alimentaria que recibe cada familia, según el número de sus miembros y el nivel de sus ingresos, suprime los merenderos y desayunadores porque es vergonzante que un niño deba desayunar en la casa del vecino o el piquetero de la esquina pero suma a la mayor asistencia nutricional en el hogar, la que se le brinda en las escuelas y en las instituciones donde aprendan algo, catecismo, guitarra, folclore, reciban apoyo escolar o desarrollen otra actividad extra escolar que amplíe el horizonte de sus posibilidades. Eso sí, obliga a los adultos a asumir que deben ser agentes activos de su progreso y no meros receptores pasivos de dádivas engañosas.
