El programa prevé la entrega de microcréditos destinados a emprendimientos individuales o asociativos enmarcados en la economía social, con montos no superiores a doce salarios mínimo, vital y móvil, esto es alrededor de 18 mil pesos. El mismo está destinado a personas físicas o grupos asociativos que se organicen en torno a la gestión del autoempleo, que realicen actividades de producción de manufacturas, reinserción laboral de discapacitados, o comercialización de bienes o servicios urbanos o rurales, en unidades productivas cuyos activos totales no superen las cincuenta canastas básicas totales.
Este sistema tiene como objetivo apuntalar asociaciones civiles, cooperativas, mutuales, fundaciones, comunidades indígenas, organizaciones gubernamentales y mixtas, que otorguen microcréditos, brinden capacitación y asistencia técnica a los emprendimientos de la Economía Social.
Vale la pena destacar que, al brindar un sistema de créditos a personas que no reúnen los requisitos y garantías para acceder a operatorias de bancos convencionales, esta ley plantea la incorporación de nuevas lógicas en la aplicación de políticas orientadas al apoyo de pequeños productores con la finalidad de recuperar la cultura del trabajo sin asistencialismo, desde el apoyo a pequeños emprendimientos, y pensar en la economía social como un camino válido hacia el desarrollo.
Con esta misma lógica, siempre con el espíritu de democratizar los recursos del estado, este tipo de políticas cuentan con las participación de diferentes actores interesados, tales como la Dirección de Economía Social para el Desarrollo Local (dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de Catamarca), organizaciones sociales como La Batea y Bienaventurados los Pobres, y productores organizados en ferias, además del Poder Legislativo.