“Es incomprensible que esto suceda en democracia, es muy violento y gravemente atentatorio coartar la libertad ciudadana, un atropello a la dignidad humana y los derechos civiles claramente establecidos en la Constitución nacional y provincial”, aseveró.
Díaz, contó que “los amenazan con quitarles la beca, dejarlos sin trabajo”, panorama frente al cual planteó la hipocresía de los jefes políticos de Olveira a nivel provincial porque “desde la solemnidad de sus discursos hablan de unidad, pero avalan estas graves situaciones”.
“Los tienen de rehén, pero la madurez cívica de los afiliados radicales les dará la oportuna y necesaria lección para que aprendan que la conciencia y el pensamiento es y será siempre libre, pese a las fariseos y mercachifles que desprestigian a la política y las instituciones”, sentenció.
Para alcanzar esa conclusión, tiene en cuenta que “hay, incluso en muchos que ellos creen que los apoyan, malestar por los modos y formas patoteril con la que están actuando; tendrán que entender que la esclavitud ya se abolió hace mucho tiempo”.
Tras apuntar que de la lista original “nos bajaron veinte candidatos, y pese a todo hemos armado, completamos y presentamos como corresponde la lista de candidatos”, envió el mensaje de que “las ideas no se matan”, convencido que “contaremos con el respaldo de la mayoría de los radicales que quieren cambiar metodologías, prácticas y conductas”.
Partido cerrado
Más adelante, culpó al intendente Rafael Olveira de “haber cerrado el partido, nunca trabajó para el radicalismo, es el responsable de la inacción, y prefirió trabajar con peronistas que son los que manejan el municipio, desconociendo y excluyendo a afiliados, militantes y dirigentes radicales”. Indicó que “hacen lo que quieren, marginan a los que quieren participar, y eso es negativo”.
Propone un radicalismo “con apertura, de puertas abiertas para todos los radicales, porque el partido estuvo muy cerrado y nunca fue reconocido, ni se le dio participación al afiliado en Los Altos”, y pone el acento en que “la gente está con ganas de participar y trabajar para que haya apertura de una vez por todas, queremos movilizar al partido, generar espacios de participación y recrear la mística militante reivindicando los principios y valores que nos supieron legar Leandro Além, Hipólito Yrigoyen, Don Amadeo Sabatini, Ricardo Balbín, Ricardo Alfonsín”, enfatizó.
Díaz, interpreta que “con el surgimiento de la APRa. como una alternativa potable, y que en poco tiempo consiguió sumar miles de radicales que aguardaban durante muchos años una opción que les permita participar y sentirse parte del partido cuyas banderas y principios supieron abrazar con pasión y convicciones, comenzaron a preocuparse porque nunca antes se les paró alguien para hacerles frente; estaban acostumbrados a la dedocracia, entonces ese nerviosismo y la desesperación los lleva al apriete, las presiones, amenazas que condenamos enérgicamente, porque consideramos que esas prácticas le hacen daño a la democracia y sus instituciones”.
Embarrando la cancha
Si bien es proclive a que “en una interna debemos estar unidos en el objetivo final que no es otro que fortalecer al radicalismo y potenciar al Frente Cívico y Social como alternativa para recuperar el gobierno”, no deja de observar y reprochar que el oficialismo partidario “con distintas artimañas, a veces hasta con torpeza, pretende embarrar la cancha e impedir de alguna forma la participación del APRa., con lo que solamente exponen la debilidad propia de quienes se ven ahora en la encrucijada de someterse al veredicto inapelable de las urnas. Tienen miedo de perder, porque se dan cuenta que adonde van la gente los rechaza”.
Asegura que “la gente quiere apertura y participación”, y proclama que “aspiramos a generar espacios para que, con el trabajo y aporte de las distintas generaciones, jóvenes, hombres y mujeres sean protagonistas y partícipes de esta nueva etapa en la Unión Cívica Radical”.
Asimismo, en un tiro por elevación al otrora archienemigo de celestes y renovadores, hoy devenido en aliado de ellos, escudero y defensor de lo que antes combatía, Renato Gigantino, que puso en tela de juicio el mensaje de cambio y renovación que identifica a la APRa., el respetable dirigente de Los Altos expresó que “en realidad, más allá de las caras, que en muchos de los que alardean fueron susceptibles al maquillaje, este es un proyecto político que tiene contenido, ideas, propuestas, e impulsa cambiar y modificar métodos, procedimientos y conductas, contrariamente a lo que ha venido sucediendo, donde es el dedo el que apareció más que las caras, en un ejercicio cuestionado, reprobado y antidemocrático”.
Finalmente, diferenció que “están los que buscan, con insaciable codicia, el interés personal, y lo que nosotros pregonamos es la amplitud para la construcción colectiva, con pluralismo y tolerancia”.
