Esta "se apoya fundamentalmente en el principio de no discriminación y se traduce en las aspiraciones de una forma societal en completa ruptura con el modelo excluyente neoliberal", explicó el funcionario en diálogo con Télam.
Destacó que "la no discriminación no significa que las diferencias deban anularse o dejarse a un costado, si no que el Estado y la sociedad reconozcan esas diferencias y les permitan manifestarse".
En este sentido, destacó como una de las leyes más emblemáticas de estos años, "la sanción de la ley de Matrimonio Igualitario, que consagra la idea de igualdad al momento de contraer matrimonio independientemente de la identidad de género y la orientación sexual asumida por las personas, lo cual refleja un reconocimiento de nuevos derechos por parte del Estado".
De este modo, y "como corolario de este proceso, el sexo, el género y la orientación sexual se transformaron en objetos de reivindicaciones políticas, teniendo como consecuencia la sanción de la ley de Identidad de Género, considerada como una ley de vanguardia por parte de las organizaciones LGBTI del mundo y modelo a seguir para muchos países", enfatizó Mouratian.
Fuente: Télam