Insistiendo en que la iniciativa debe ser “aprobada en seguida“, el líder de la Casa Blanca aseveró que “no debe haber nada controversial en este proyecto de ley. Todas las propuestas que contiene son de la misma índole de las propuestas que han sido apoyadas tanto por demócratas como por republicanos”.
El propósito de la Ley para Empleos, aclaró, “es simple: dar a más personas un trabajo y poner en los bolsillo de los que trabajan más dinero” siendo que “creará más empleos para los que trabajan en la construcción, para maestros, para veteranos y más empleos para quienes llevan mucho tiempo sin trabajo”.
A su vez, “reducirá los impuestos para las empresas que contraten a nuevos empleados y rebajará en la mitad los impuestos sobre nómina para cada estadounidense que trabaja y para cada pequeña empresa”, mientras que “dará impulso a una economía que ha perdido velocidad y dará confianza a las empresas”, explicó.
Además, “reducirá aún más el déficit por medio de recortes adicionales del gasto, a través de pequeños ajustes a los programas de servicios de salud tales como Medicare y Medicaid y reformando nuestro código tributario de manera que exija a los estadounidenses más ricos y las corporaciones más grandes aportar una contribución más justa”, adhirió.
“La pregunta es si, frente a la crisis nacional en curso, se puede detener el circo político y realmente hacer algo para ayudar a la economía, si podemos recuperar algo de la equidad y la seguridad que ha definido a esta nación desde nuestros inicios”, disparó ante una sesión conjunta que lo escuchaba sin interrupciones.
Con una tasa de desempleo que alcanza al 9,1 por ciento de la población el mandatario advirtió que aún “faltan catorce meses para la próxima elección y la gente que nos mandó acá, que nos contrató para que trabajáramos para ellos, no puede darse el lujo de esperar catorce meses”.
A su vez, “no voy a permitir que esta crisis económica sea utilizada como excusa para borrar las protecciones básicas que los estadounidense han contado por décadas” y en ese marco, “rechazo la idea de que tenemos que desprendernos de nuestros derechos a los convenios colectivos de trabajo para competir en una economía global”.
Hablándole directamente a la oposición sin nombrarla, Obama sostuvo que “a pesar de las discusiones que hemos tenido en el pasado, a pesar de las discusiones que tendremos en el futuro, este plan es lo correcto para hacer ahora. Deben aprobarlo”.
De no hacerlo, “llevaré el mensaje a cada rincón del país” porque “no hacer nada no es una opción” y “es tiempo de que nosotros cumplamos con nuestras responsabilidades”, concluyó. (Telam)
