El ex juez agregó se trata de "una oportunidad, pero hasta dónde se puede llegar dependerá del caso y de las circunstancias", y agregó: "Lo que está pasando es que justamente el caso de la AMIA demuestra que hay un mundo que no tiene una justicia global, como cuando personas de Irán cometen un crimen en la Argentina no hay un juez común para investigar con jurisdicción en ambos países, y por eso hay que buscar una alternativa para empujar ese caso".
También se mostró a favor del diálogo entre ambos países, al recordar a modo de ejemplo que en su caso cuando tuvo a su cargo la investigación por crímenes de guerra en la región sudanesa de Darfur como fiscal, por "dos años tuve relaciones con el gobierno de Sudán, donde terminé acusando a su Presidente de Genocidio".
"Por años tuve relaciones con ellos y conseguí algunas cositas, conseguí declaraciones de jueces y fiscales que no hacían nada para investigar los crímenes, cosa que demostraba que estaban ocultándolos. Inclusive conseguí tomarle declaración como acusado al General que estaba a cargo de la operación en Darfur", evocó.
El ex fiscal adjunto del Juicio a las Juntas Militares hizo hincapié en la conformación de la Comisión investigadora, que estará integrada por tres jurista elegidos por la Argentina sobre los dos que tendrá Irán, sostuvo que si "está conformada por gente seria que va y consigue una entrevista con esta persona, y esta persona les da su versión, esto puede ser útil para la investigación. Y después el juez verá como sigue la causa".
"Esto no es blanco y negro, acá hay oportunidades y riesgos. Hay una oportunidad de avanzar y que se conozca más la verdad, y hay riesgos porque Irán, si tenemos sospechas que uno de los acusados es un ministro del Gobierno, quizás haya interés en bloquear esta investigación y usar esta comisión para hacerlo, o quizás no y quizás no lo puedan hacer. Veamos si vale la pena oportunidad y cómo manejamos los riesgos"", concluyó.
Fuente: Télam
