Al fallecer sus padres quedó bajo la tutela de unos tíos, a la edad de 12 años una de sus hermanas Lastenia Pereyra se hizo cargo de él, por lo que en el año 1958 lo traslado a vivir con ella en esta Ciudad Capital.
“Huguito”, como lo llaman cariñosamente los vecinos, nunca fue escolarizado, fue un autodidacta nato, adquirió hábitos, logró independizarse, socializarse y se moviliza perfectamente solo. Le gusta el fútbol, es hincha fanático del Club Américo Tesorieri, siendo un incansable habitué de los encuentros futbolísticos que su querido “Tesho” suele disputar.
Los veteranos del Club Américo Tesorieri en varias oportunidades le han rendido un merecido homenaje por considerarlo “un personaje” del barrio, muy querido y apreciado por los vecinos.
Por eso, resulta más que adecuado realizar un reconocimiento a este incansable hombre de la vida, quien con sus limitaciones física no ha dejado de sumar amigos y simpatizantes, y quien con su interminable sonrisa transparente y su andar lento y tranquilo y algo dificultoso, nos demuestra que uno puede ser feliz con las pequeñas cosas que la vida nos da, siempre que sepamos y queramos superar todas las barreras que se nos cruzan.
Por otra parte, y de acuerdo a la respuesta proporcionada por Administración de Desarrollo Urbano en la que se expresa que si bien no existe impedimentos sustanciales al proyecto propuesto, se sugiere modificar el artículo primero del mismo sustituyendo la denominación pasaje peatonal por “pasillo peatonal”, ello en virtud de sus características: con salida, con ancho de 2,40 mts. y un desarrollo de 110 mts.
