(DIARIOC, 16/10/2008) Quizás para el mismo General habría sido inimaginable lo que le sucedería de ese momento y aunque The Simpsons y Cinemax lo recuerden como un dictador, nadie puede dudar que la historia comenzó así, porqué al General Edelmiro Farrell no lo eligió el pueblo, él mismo que lo convocó para que sea Secretario de Previsión, Ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación.
Claro que él supo capitalizar ese espacio para bucear en la Justicia Social, porque como Secretario de Previsión, el se ganó la lealtad de los obreros, con importantes medidas como las vacaciones pagas, el aguinaldo salarios altos entre otros e importantes medidas que beneficiarían a un sector muy postergado.
Seguramente esto explica las grandes movilizaciones populares que como nunca antes, se habían dado en el país, en aquel 17 de octubre de 1945.
Inclusive los sectores de izquierda, antes desilusionados por sus lideres ahora seguirían a Juan Domingo Perón.
¿Cómo fueron los hechos? Era el 8 de octubre y el General Avalos pidió a Farrell que destituyese a Perón, quien fue detenido y trasladado a la famosa isla Martín García o YPF(por las tres personalidades detenidas en esa isla, Irigoyen, Perón y Frondizi) luego lo llevaron a un hospital Militar.
Disconformes con las medidas de los militares, amplios sectores populares marcharon hacia la plaza de mayo aquel 17 de octubre, reclamando la libertad de su líder, los manifestantes se convertirían en todo un símbolo de un movimiento nacional y popular, quizás él más importante del país.
Los militares se sintieron presionados y tuvieron que buscar a Perón para que calme al pueblo.
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Esa noche Perón salió al balcón y en brazos en alto emitió su discurso, “Hoy siento un verdadero orgullo de argentino porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de la conciencia de los trabajadores” señaló.
Por eso cada 17 de octubre en especial los partidarios del peronismo festejan este día como el día de la lealtad, aunque hoy se discute si es lealtad es a su líder o a su doctrina.
De todos modos sólo hablar de justicia Social, independencia económica y soberanía nacional ya nos sitúa en un divorcio contemporáneo, cada uno sabrá cuan lejos de su líder o de su doctrina.