“Si se asume que envejer inevitablemente provoca la pérdida de la capacidad para funcionar física y mentalmente, entonces la vejez es una época de dependencia personal y emocional que afectan la autoestima y la valía personal. Si bien, no todas las personas ancianas llegan a convertirse en seres totalmente dependientes, incompetentes, o con necesidad de ayuda o servicios; y asumiendo que la noción misma de dependencia es ambigua, ya que en diferentes etapas de la vida se es dependiente en diversos aspectos tales como el familiar, el profesional o el social. Sin embargo, a los fines de crear políticas sanitarias, el Estado debe tener presente, la existencia indiscutida de necesidades que son propias de este universo erario”, refirió el legislador en el recinto.