De ese modo se refirió a quienes pudieran estar detrás de lo que él calificó como una campaña en su contra, pese a que admitió que los hechos que aluden al funcionamiento de prostíbulos en sus departamentos "son ciertos".
El magistado aclaró que en ningún momento quiso vincular el hecho con la campaña electoral o con la Iglesia Católica Argentina. Sí, en cambio, habló de "intereses más concretos, más pecuniarios, que han movido esto".
"Yo hice una campaña contra el paco, hemos logrado secuestrar más de 4 millones de dosis, hay más de cien personas que llegaron a juicio oral en los últimos dos años por tráfico ... Todo esto en el orden local y en el orden internacional yo voy por todos lados alertando sobre la mascarada lucha contra el crimen organizdo", continuó.
Zaffaroni detalló que en el plano de la Justicia civil pedirá una rendición de cuentas para que se investigue qué pasó con sus inmuebles. Por lo pronto, decidió ponerle fin a la relación contractual con la inmobiliaria que alquilaba sus departamentos.
“No hay delito, pero probablemente haya una demanda de carácter civil. La inmobiliaria no se enteró o no tuvo el debido cuidado, lo que derivó en una desnaturalización del contrato de locación”, explicó.
El magistrado no descartó que haya habido una sublocación de los departamentos, “algo que parece factible”. “Obviamente parece que es lo que pasaba; una sublocación que hacía la inquilina en violación del contrato de locación”, sintetizó. (Infobae)