Por otro lado, no se tiene conocimiento de que el legislador haya presentado proyecto alguno en el Senado, que beneficie a un departamento en el conviven peronistas, radicales, promineros y autoconvocados, situación que se potencia después de duras críticas al ex senador Mario Scaltritti quien tampoco puso la cara para al menos dialogar con sus representados.
Lo de Perea es proverbial porque además es el presidente del Partido Justicialista al que jamás quiso constituir, generando una tensa situación interna como para que muchos dirigentes pensaran en una autoconvocatoria para poner en funcionamiento la herramienta electoral y recuperar la sede que permanece ocupada por un amparado por todas las gestiones.
En realidad, desde el año 83, Andalgalá ha tenido muy mala suerte con los senadores ya que hasta aquí no tuvo –salvo honrosas excepciones- senadores que realmente representen y defiendan los intereses del pueblo, y por lo que se ve, Perea no será excepcional que digamos, porque sus acciones ya lo muestran como sectario, huraño, agresivo y “mal llevao”, preocupado más en la interna que en las cuestiones de este pueblo que sigue abandonado.
Gentileza: Andalgalá.com.ar
