El objetivo de la jornada de ayer se basó en la promoción de espacios de participación dentro de la casa de altos estudios para los sobrevivientes del terrorismo de Estado, donde además se convocó al alumnado a involucrarse para conocer lo sucedido en la provincia durante aquellos años nefastos.
Disertaron Sara Mrad, referente de la Asociación de Plaza de Mayo Tucumán; Pablo Gargiulo, abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y querellante en juicios de lesa humanidad, y Rafael Díaz, miembro de FADETUC (Familiares de Desaparecidos Tucumán).
En el territorio argentino se contabilizaron más de 500 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, muchos de ellos pertenecían a la trama urbana de las ciudades y daban lugar a una siniestra pero significativa coexistencia de normalidad y terror.
A partir de la presidencia de Néstor Kirchner, muchos de estos espacios se convirtieron en lugares destinados a la memoria y la promoción de los derechos humanos, mediante señalizaciones y el reconocimiento de estos centros como espacios para la memoria.
En este sentido, 70 lugares ya fueron señalizados en todo el país, entre ellos la "Jefatura de Policía", "el Arsenal Miguel de Azcuénaga" y "la Escuelita de Famaillá" en Tucumán.
Fuente: Télam