El legislador nacional por el FpV consideró que "promocionar el programa en los territorios del Gran Buenos Aires y en las barriadas de la Ciudad de Buenos Aires es una acción que pretende llegar a los lugares en los cuales el Estado tiene inconvenientes para reafirmar su presencia".
El diputado por el socialismo porteño lanzó críticas contra la participación de la agrupación juvenil en el Progresar, al remarcar que "la implementación del programa debería recaer en el Estado para evitar prácticas clientelares".
"Resulta inaceptable que una medida destinada a los jóvenes que no estudian ni trabajan, y que es necesaria, quede en manos de un grupo de militantes al servicio del Gobierno nacional", apuntó Cortina, dirigente que forma parte de la coalición UNEN.
"No es la nuestra la única organización política que trabaja promocionando el Progresar. Lo hacemos junto con otras agrupaciones que forman parte de Unidos y Organizados, y si los militantes del socialismo se quieren sumar junto con Cortina los invitamos a que nos acompañen", afirmó Pietragalla.
Además, el dirigente kirchnerista recordó que Cortina había presentado un proyecto similar al Progresar en la Cámara baja, y consignó que comprendía un alcance destinado a 120.000 jóvenes.
"El Progresar está preparado para otorgarle una ayuda de $600 a un universo de un millón y medio de jóvenes que deseen completar estudios en cualquier nivel educativo. Parece que reclamar derechos desde la oposición está bien, pero materializarlos desde el Gobierno está mal", subrayó Pietragalla.
Por su parte, Juan Cabandié criticó a Cortina al estimar que la intención del diputado socialista consiste en "ensuciar una medida que los jóvenes necesitan para sumarse al mercado laboral con mayores condiciones de calificación".
"Cuando se pone en marcha una política como la de Progresar, que amplía derechos, sin que existan intermediarios ni punteros, es clientelismo. La verdad, me parece una lógica muy mezquina", fustigó Cabandié.
El programa Progresar, lanzado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, está destinado a jóvenes de entre 18 y 24 años, para que inicien o completen sus estudios en cualquier nivel educativo, así como su formación en algún oficio, y alcanza a quienes actualmente no trabajan, lo hacen informalmente, o tienen un salario menor al mínimo vital y móvil (3.600 pesos) y su grupo familiar posee iguales condiciones.
Fuente: Télam