Se trata de una casona ubicada sobre la avenida Costanera de la capital rionegrina, en donde funcionó una dependencia de inteligencia militar entre 1976 y 1983.
El lugar, que se encuentra parcialmente destruido después de casi 20 años de abandono, fue ocupado simbólicamente este domingo por un grupo de militantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos en una denominada "vigilia por el aguante y la memoria". (Télam)