Me mueve a expresar este reconocimiento el deceso del Pontífice que nos legara tan grande sentido universal de humanidad, de firme esperanza a la vida eterna, Gran Apóstol de Cristo, empeñado en la tarea de la Paz, y Hermano de todos.
Este hombre de Dios, portador de solidaridad, de reconciliación, de amor y de justicia, nos enseñó hasta el final con su propio sufrimiento y fidelidad el sentido de la entrega sin bajarse de la cruz.
Hoy la Iglesia ora por su eterno descanso y el mundo pierde al mejor amigo de Cristo para todos, en la manifestación de amor por la unidad de los credos, por la defensa de la paz y de la vida, por la fidelidad de los matrimonios y de las familias.
La misma familia humana, creyente o no, aprendió a quererlo por su enorme interés en el bien común y por la dignidad de todo hombre. Fue ejemplo de oración y de contemplación del maravilloso misterio de ser salvados.
Totus Tuus, Todo Tuyo, fue su lema dedicado a la Virgen. Que María Santísima, Madre de Dios en quien ponemos nuestra esperanza y a quien Catamarca honra en estos días, sea Ella la Celestial Señora, quien lo reciba. Y nosotros imitemos su constancia en seguir los valores evangélicos.
Con el recuerdo hermoso del Papa Misionero, me uno al dolor de su partida y saludo al Señor Obispo Diocesano Elmer Osmar Miani, y a todos mis hermanos en Catamarca con respeto y emoción. Querido Santo Padre, Descansa en Paz”