Bajo el estilo de Iglesia misionera que propone el papa argentino, la asamblea plenaria -presidida por el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo- se reunirá del lunes 10 al sábado 15 en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar.
Participarán de la asamblea electiva una veintena de nuevos obispos, nombrados por Francisco en el último año, que darán inicio a una renovación de la estructura de la Iglesia en Argentina.
Los integrantes de la cúpula episcopal -la denominada comisión ejecutiva, integrada por un presidente y dos vicepresidentes- están en condiciones de ser reelegidos para un nuevo trienio, menos Enrique Eguía Seguí -el actual secretario general-, quien ya cumplió dos períodos consecutivos en ese cargo.
Actualmente, integran la comisión ejecutiva Arancedo como presidente; el obispo de Neuquén, Virginio Bressanello, como vicepresidente primero; y el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, como vicepresidente segundo.
Entre los cambios, los obispos podrían votar la incorporación a la 'mesa chica' de Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado -nombrado en ambos cargos por el papa Francisco- y hasta suena para reemplazar en la presidencia del cuerpo a Arancedo, quien el año que viene cumple los 75 años que dispone el Código de Derecho Canónico para presentar la renuncia.
También se menciona con insistencia para integrar la comisión ejecutiva al rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), el arzobispo Víctor Manuel Fernández, teólogo de confianza del papa Francisco.
Quien también está en condiciones de ser elegido nuevamente es monseñor Jorge Lozano al frente de la estratégica comisión de Pastoral Social, que incluye áreas sensibles como la comisión nacional de drogadependencia, que viene manteniendo un trabajo serio y muy reconocido desde distintos sectores.
Los presidentes de comisiones episcopales que serán renovados indefectiblemente -ya que cumplen dos períodos consecutivos y no pueden ser reelegidos- son Agustín Radrizzani en Comunicación Social, Héctor Aguer en Educación y Joaquín Sucunza en Asuntos Económicos.
Del total de 124 obispos que participan de las deliberaciones de la asamblea, sólo 84 están en condiciones de votar (el resto son eméritos), a través de un moderno sistema que incluye stickers con los nombres de cada prelado, lapices electrónicos y códigos de barra.
En las semanas previas a la elección, circuló entre los obispos consultas formales sobre qué organismos estarían dispuestos a integrar, e incluso durante la semana de la asamblea se produce un período de intercambio pastoral por regiones, para consensuar sobre los mejores candidatos.
La asamblea comienza el lunes por la tarde con el habitual intercambio pastoral que hacen los obispos sobre distintos temas de actualidad, en la que podrían decidir la conveniencia o no de emitir un pronunciamiento al término de las deliberaciones.
En tanto, el martes por la mañana comenzarán con la votación de la comisión ejecutiva, que podría hacer su presentación formal ante la prensa el viernes de la semana próxima en Pilar.
Cada cargo se define por el voto de dos tercios de los 84 obispos titulares con derecho a voto, y en caso de no lograr el número, luego de dos escrutinios, se definirá por mayorí­a simple entre los dos más votados.
Más allá de la elección, durante la semana los obispos seguirán trabajando sobre las líneas pastorales que brindó el papa Francisco en la exhortación apostólica "Evangelli gaudium", así como el desarrollo de la misión continental y el Documento de Aparecida.
También durante el transcurso de la semana, los prelados argentinos podrían recibir desde el Vaticano la confirmación oficial del viaje apostólico que el papa Francisco planea realizar a la Argentina en julio de 2016, con motivo del bicentenario de la Independencia y del Congreso Eucarístico que se realizará en la provincia de Tucumán.
Fuente: Télam
