Otro de los participantes, esta vez en la localidad de Martínez el 16 de agosto último, recordó que "apenas llegamos al establecimiento a las 16, los empleados del lugar comenzaron a cambiar los precios de los productos a relevar y llenar las góndolas vacías con mercadería del acuerdo."
Una joven que el 2 de julio visitó un supermercado en San Isidro, dijo que "los faltantes de mercadería fueron notables. La gente lo evidenció y a nuestros compañeros le transmitieron su preocupación, avisándoles que les hace falta hacerlo más seguido y que cuando terminan el operativo los encargados quitan todos los precios congelados."
También en el partido de Tigre, el 16 de agosto, "los repositores remarcaron los precios a raíz del ingreso de los encuestadores", dijo a Télam un participante de "Mirar para Cuidar".
En Barrio Norte, en un operativo realizado también el 16 de agosto, "los repositores cambiaron precios de productos acordados adelante de los compañeros para ´cumplir´ con el acuerdo".
En tanto, en una visita a un supermercado realizada el 16 de octubre en la provincia de Mendoza, un joven recordaba que "algunos vecinos se cruzan al súper cuando ven que llegamos al control porque después suben los precios".
También en Mendoza, una joven mencionaba que "los compañeros vieron como el supermercado ponía el cartel del precio acordado después de que comience el operativo, cuando habían visto el mismo producto con un precio más caro minutos antes".
También se dieron casos de "espionaje", como en Vicente Lopez el 2 de octubre, cuando "un personal civil estuvo ´persiguiendo´ a los compañeros mientras realizaban el operativo. Llevaba un changuito como si estuviera realizando compras, incluso le consultó un precio a una compañera (quien contestó que no lo sabía)", dijo uno de los encargados del operativo.
"Cuando los compañeros se dieron cuenta de que la misma persona los había estado observando, lo comentaron entre ellos y otro personal (uniformado) del supermercado, les informó, de mala manera, que el hombre trabaja para el establecimiento", agregó.
"En ese momento el hombre en cuestión le dijo de manera provocadora a su compañero ´esta no es una cancha donde los barra brava hacen lo que quieren´, concluyó.
En otras maniobras, como la detectada en Caballito el 11 de noviembre, "el código de barras de algunos productos no coincidían con los códigos de barras de los precios en góndola, lo que lleva a que en la caja se lo terminen cobrando más caro, como por ejemplo en el caso de la Cindor que está acordada a $6, figuraba así en la góndola, mientras que el código de barras, indicaba en la caja que valía $13,65".
También en San Isidro, en un operativo realizado el 11 de noviembre, "muchos productos señalizados como del acuerdo, estaban con precios mayores a los acordados."
Otra estrategia para evadir los acuerdos se detectaron en Boulogne, el 2 de julio, es la que mencionó un joven: "Ingresamos a las 16. En el momento que empezamos casualmente los empleados empezaban a limpiar el piso impidiéndonos el paso en algunas góndolas".
En Palermo, en un operativo realizado el 19 de septiembre, una joven decía que "hay carteles debajo de productos congelados que indican ´Sin stock´ a pesar de que no hay desabastecimiento de los mismos. En la mayor parte de esos productos no figura el precio en góndola".
En un supermercado de San Isidro, el 31 de julio pasado, "un repositor increpó a un compañero diciéndole que seguramente nuestro compañero estaba allí por cobrar un plan social, a lo que nuestro compañero no reaccionó y continuó con el relevamiento", afirmó un participante de la campaña "Mirar para Cuidar".
Fuente: Télam
