"Nosotros averiguamos que una fiscalía de delitos vinculados con cuestiones informáticas tenía un expediente en el que éramos carátula junto a Andrés Rimoldi (otro empleado). Era una imputación por hostigamiento", contó Rodríguez Varela en declaraciones radiales.
Y en ese sentido aportó: "En febrero hubo una serie de incidentes cuando la doctora Caamaño se hizo cargo. Un enfrentamiento con los empleados por cosas que algunos publicaron en sus Twitter. Hay una causa federal por eso".
De esta forma, el empleado de la Fiscalía de Saavedra desmintió que el pedido de informes sobre la identidad de los tuiteros haya sido formulado por la Cancillería a la Homeland Security de los Estados Unidos, tal como lo consignó hoy el diario Clarín en una nota firmada por el periodista Daniel Santoro.
En consecuencia, el requerimiento elevado a Estados Unidos habría salido de un Equipo Especializado en Delitos Informáticos, a cargo de la fiscal Daniela Dupuy.
Dupuy se encuentra en la actualidad de licencia, pero los integrantes de la unidad que dirige confirmaron que desde esa dependencia del Ministerio Público Fiscal (MPF) se realizó el pedido de informes sobre los tuiteros que amenazaron a Caamaño.
"Desde el día de ayer comenzaron a amenazarme nuevamente desde Twitter con frases como ´nos querés mandar al FBI hija de puta´ o ´devolvele la fiscalía a Campagnoli´. Me tomó por sorpresa, ya que desde el día que radiqué la denuncia (en marzo último), no volví a estar en contacto con la causa", señaló Caamaño.
Fuente: Télam
