El magistrado había denunciado "graves amenazas e intimidaciones" contra él y sus colaboradores, desde enero último, tras la lectura de los fundamentos en el juicio que condenó a quince represores por crímenes de lesa humanidad ocurridos en el centro clandestino "La Cacha" durante la dictadura cívico militar.
Según Rozanski, los amenazas se recibieron a través de llamados telefónicos y vía mails y las interpretó como un intento de frenar los procesos de juicios por delitos de lesa humanidad.
Fuente: Télam