Si bien la edición 2013 del G20 reunido en esta ciudad del norte de Rusia abordó los temas de la agenda preestablecida relativos a la crisis financiera y el empleo, la cuestión de la situación en Siria donde a raíz del conflicto ya se cuentan en más de 110 mil los muertos, resultó -como se preveía- el tema central de todas las deliberaciones.
"No se pueden evitar muertes con más muertes", dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en un tramo de su mensaje al plenario del foro y esa idea pareció resumir no sólo la firme postura argentina, sino la de muchos otros países, entre ellos, la de dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Rusia y China que se negaron a avalar una intervención de EE.UU. en Siria bajo el pretexto del presunto ataque con armas químicas.
Tanto Xi Jimpin el líder chino, como Valdimir Putin mandamás del Kremlin, fueron imperturbables en sus posiciones al punto de que el presidente ruso prometió hoy "ayuda a Siria" en caso de un ataque de la Casa Blanca y el presidente chino le dijo "personalmente" a Barack Obama que "un ataque militar no puede resolver el problema de raiz".
"Esperemos que ciertos países lo piensen dos veces antes de emprender una acción militar", advirtió Xi.
La carta del papa Francisco recibida y leída por Putin al G20 en la que pidió "evitar una masacre" en Siria también fue utilizada por uno de los países europeos como Italia para fundamentar su "absoluto rechazo" al plan de Obama.
En tanto, el presidente de Estados Unidos en una conferencia de prensa al cierre de la cumbre, no solo ratificó la postura de su pais, como era de esperar, sino que dijo:"Seguimos pensando que el gobierno de (Bashar) Al Asad usó esas armas, y es una tragedia. También es una amenaza para los países vecinos y para todo Medio Oriente porque pueden caer en manos de grupos insurgentes".
Líderes como el sudafricano Jacob Zuma a partir de la experiencia que le da la conflictividad en su región sostuvo que "cuando se ponen en marcha ciertos disparadores (como la intervención) es muy difícil prever cuales serán las consecuencias" y planteó que "ese es el histórico resultado de los países pequeños frente a los más fuertes".
Por su parte, los primeros ministros de Francia (Francoise Hollande) y de Alemania (Angela Merkel) también formularon su oposición a una posible intervención de EE.UU. en Siria con lo cual las expectativas de Obama chocaron con la decisión casi total del resto de sus socios en el G20.
La reivindicación del rol de las Naciones Unidas como "el verdadero ámbito de resolución de los conflictos" y el anuncio de su secretario general Ban ki Moon de iniciar una investigación para dilucidar si en Siria se utilizaron armas químicas, terminaron por convencer a los países que aún no habían fijado postura, a sumarse al consenso general por encontrar los caminos para el cese del fuego en Siria.
Es un atisbo de cordura en un mundo necesitado de gestos, pero también de decisiones firmes y hechos concretos.
Fuente: Télam