Esta es una de las peores noticias que podría conocer el presidente del gobierno español el día de su cumpleaños, ya que hace sólo tres meses, la distancia entre el PP y el gobernante Partido Socialista Español (PSOE) era sólo de 1,5 puntos.
Asimismo, después de ser durante años el líder político mejor valorado de España, Zapatero cae al tercer lugar en la calificación, por detrás del democristiano catalán de CiU Josep Antoni Duran i Lleida, y la portavoz de UPyD (Unión, Progreso y Democracia), la ex socialista Rosa Díaz.
Hace diez días, Zapatero cumplió su décimo aniversario al frente de la Secretaría General del PSOE con la mente puesta en evitar que la crisis provoque una eclosión social que se traduzca en la pérdida de apoyo electoral.
El dirigente español llegó al poder con 43 años y siete años después afronta el peor de los escenarios: un país que está sufriendo las consecuencias de un elevado desempleo -que supera el 20% de la población activa-, y que los mercados financieros miran con recelo.
Tras adoptar impopulares medidas de ajuste para bajar el déficit, Zapatero tiene por delante una complicada tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que ya anunció que serán austeros y restrictivos, pero que aún no cuentan con respaldo suficiente.
La polémica reforma laboral, última medida de ajuste aprobada por el Ejecutivo español por decreto, salió adelante la semana pasada en el Congreso de Diputados con el único apoyo del grupo socialista, gracias a la abstención de los nacionalistas catalanes y vascos, mientras la derecha del Partido Popular (PP) y la izquierda se opusieron por distintos motivos.
A pesar de que la reforma laboral es rechazada por los dos grandes sindicatos españoles (Comisiones Obreras y UGT) con una huelga general convocada para el 29 de septiembre, el jefe del Ejecutivo español defiende la medida a capa y espada.
En este clima de conflictividad social, Zapatero, deberá tomar decisiones en clave electoral pensando en las próximas elecciones autonómicas –Madrid está siendo ya objeto de disputas internas entre los socialistas- y locales de 2011, precedidas de los complicados comicios catalanes de este otoño boreal