De esta manera, la gastronomía será un complemento ideal para la atractiva cartelera que propone el festival con números folclóricos nacionales de la talla de Jorge Rojas, y al mismo tiempo se beneficiarán los pequeños productores del departamento. Según comentaron los organizadores, el festival ha dado un importante salto cualitativo desde el año pasado: “Hasta el 2005 los puesteros no llevaban gran cantidad de cabritos al festival porque realmente no vendían más de 20 o 30 animales, pero el año pasado faenamos 180 animales y se consumió todo”, recalcó Chialva.
“Antes, los productores estaban aislados y sin apoyo, e incluso vendía los cabritos como trueque o a un precio de costo muy bajo a productores del Norte de Córdoba como de la zona de Quilino; ahora, gracias a que el Ministerio de Producción fija un precio de venta, ya no entregan el cabrito si no es al precio fijado. El año pasado estaba en 40 pesos por cada cabrito faenado de 5 a 7 kilos, y ahora este precio está en 55 pesos. Esto es muy bueno para el productor”, comentó.
La explicación de semejante diferencia en la convocatoria del evento está en un cambio rotundo en su gestión organizativa: “Esta comisión elegida por asamblea, decidió que la gente debe ser socia del festival; el año pasado nos fue muy bien y esta edición apunta mejor todavía porque pasamos de 2600 socios a 4500, y ya cerramos la inscripción”, aseguró el organizador.
De esta manera, para la Comisión se está cumpliendo el doble objetivo de que el festival sea “Provincial” y “Del Cabrito”, porque los socios ya no sólo son los habitantes de Recreo o del departamento, “sino que se están incorporando los de la Capital, otros puntos de la provincia y de provincias vecinas”. Esta revalorización de la esencia del festival también está logrando que verdaderamente sea una instancia donde el protagonista sea “el Cabrito” y las familias que asumen las tareas de cuidarlo y producirlo para mejorar su economía.
Un punto importante a destacar es que los animales que se consumirán están siendo faenados en el Matadero Municipal de la Capital, establecimiento autorizado para esta tarea. Hasta la fecha eran 80 los cabritos que esperan en un refrigerador su preparación gastronómica, aunque queda todavía una importante cantidad hasta el inicio del festival.
Cabe destacar que entre las exigencias que la comisión impone a los puesteros del festival está la venta de la carne de cabrito en, al menos, cuatro especialidades: asado, en estofado, como empanada y en chanfaina, y que merced al sistema de “entradas anticipadas” implementado (es un carnet troquelado), ya hay 192 mesas reservadas, y que los “socios” del festival ocupan un cincuenta por ciento del espacio previsto en el festival, quedando el resto para quienes asisten espontáneamente. “Gracias a las entradas anticipadas logramos que la gente de Recreo pueda ver números nacionales de jerarquía a un costo muy bajo, y que participe los tres días de la fiesta del pueblo”, sintetizó Chialva.