En este marco, se desarrollaron temas como: Cambios de conductas en adultos; Aspectos conceptuales; Niveles de formulación de un proyecto; Diagnóstico; Identificación y solución de alternativas; Métodos para estimar beneficios y costos; Ejecución; Monitoreo y Evaluación de los proyectos. El docente Ferrer, explicó que este módulo se realizó con el objetivo de orientar a los técnicos a cargo de las agronomías de zona, quienes deben organizar mejor sus prácticas en relación a formular los proyectos para eficientizar su acción en terreno. Precisamente, los técnicos extensionistas tienen como tarea ejecutar las líneas de acción a través de los créditos que se impulsan desde el Ministerio de Producción y a su vez, deben ayudar a los productores a formular los proyectos que buscan financiamiento. Un tema es ayudar al productor en si mismo a que formule su proyecto para que consiga un crédito de una línea determinada y otro, es cómo el productor plantea como proyecto su actividad específica para toda la región y cómo se organiza en el trabajo con los productores de cada zona”, sostuvo el profesional.
Por otra parte, explicó que lo que complica la comunicación es el lenguaje en que se comunica un determinado tema. En este sentido, dijo que el agrónomo de zona debe ser quien cumpla esta tarea en la mayoría de las oportunidades porque es la persona que debe tomar el lenguaje del productor y transformarlo en un lenguaje más técnico, más económico para trasladarlo al funcionario que evalúa ese proyecto en una oficina del Ministerio” Y consideró que esta tarea de cómo se transmite un concepto de un actor social a otro, es lo que tiene que hacer el agrónomo de zona, sumado a la dificultad que tiene la formulación del proyecto en sí. Son cuestiones a considerar que tampoco son sencillas”