El intendente de Villa Vil, Ramón Villagra, agradeció la colaboración y “el apoyo incondicional del INTA porque gracias a esta institución y a otras que conforman la Red, se consolidó esta feria que nos hace sentir orgullosos como pobladores de Villa Vil”.
Además, realizó un análisis desde la primera feria y aseveró que “los resultados han sido muy satisfactorios porque reflejan la cantidad de expositores que año a año se suman como así también la gran afluencia de turistas que visitan nuestra feria”. En este sentido remarcó que “apostamos a superarnos porque estamos aprendiendo en cada nueva edición. De eso se trata, de aprender, de acompañarnos y de avanzar sin detenerse. Notable es ver que los artesanos han incrementado la producción agro artesanal a partir de las capacitaciones que se brindaron conjuntamente entre el municipio y el INTA”, destacó.
Por su parte, Luisa Brizuela, recordó la incorporación de la quínoa, a partir del pedido de los pobladores que solicitaron que se valorice su cultura y sus tradiciones. En función de esta demanda surge la primera Feria Andina que se caracteriza por ser “una suma de voluntades, en la cual los actores principales son los productores y artesanos; porque fueron ellos los que tuvieron la iniciativa de soñar y concretar sus sueños materializándolos en este evento”.
La feria
Se trata de un evento que desde hace seis años se viene organizando junto a la Subsecretaría de Agricultura Familiar e instituciones del medio local con el objetivo de promover y revalorizar las producciones artesanales como así también los cultivos de la zona.
El espíritu de la Feria reside en la necesidad e inquietud de los propios pobladores sobre el rescate y revalorización de sus prácticas cotidianas y de su cultura ancestral como la Corpachada, el culto al Coquena y el respeto a la Pachamama. En relación a los cultivos típicos de la zona (papa y maíz andino, quínoa y kiwicha) se destacan los alimentos que se elaboran a partir de esos cultivos como la empanada andina, flan de quínoa, jamón de llama, chacinados y salazones de llama y oveja. Aparte de saborear las comidas típicas, se promocionan otros productos como prendas de llama y vicuña, pullos y ponchos de ovejas, hierbas medicinales de la puna que además de sus atributos propios, evocan un territorio, un medio natural, una cultura y un modo de vida.