En diálogo con los gobernadores y representantes de gobierno de Santa Cruz, Misiones, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja, se coincidió en la potencialidad que la actividad minera presenta en la actualidad para promover alternativas de empleo y bienestar social en las comunidades más alejadas y postergadas del país.
En este marco, se destacó el precepto constitucional de que los recursos mineros son propiedad de las provincias y como tal deben ser administrados por las mismas en función del desarrollo regional y la construcción de un país más equilibrado en todas sus regiones.
Ante ello, el funcionario nacional solicitó a las provincias continuar ejerciendo los máximos controles en cumplimiento con la normativa vigente en temas de medio ambiente y seguridad en el trabajo para el desarrollo de una actividad minera en su conjunto sustentable en lo ambiental y sostenible en lo social.
En un mismo sentido, se acordó incrementar el trabajo en conjunto entre el Estado, los operadores mineros y los prestadores de servicios para facilitar la inclusión de todos organismos que responsablemente presenten interés de participar en las actividades de control sobre el desarrollo de los proyectos mineros.
Esta iniciativa se da en el marco de un crecimiento histórico de la actividad minera en el país. El récord alcanzado en los últimos dos años en materia de exploración, con más de 400.000 metros de perforaciones, hizo triplicar el volumen de reservas minerales, lo que hace prevé en los próximos 3 años la radicación de inversiones por 6.000 millones de dólares destinados a la construcción de al menos 10 nuevos proyectos, como San José, Manantial Espejo, Lama Pascua, Pachón y Agua Rica, entre otros.
Este crecimiento histórico de la minería principalmente se materializa en la concreción de nuevas fuentes de empleo generalmente en zonas alejadas y postergadas del país en donde no se presentan variadas alternativas económico productivas sustentables. En el último bienio el empleo directo creció más del 50% y el empleo indirecto se ubicó por arriba del 48%, entre bienes y servicios, en tanto la ocupación de profesionales en la actividad minera argentina es total.