La aplicación de las buenas prácticas de manufactura permitirá a lo largo de toda la cadena comercial, obtener una miel inocua, saludable y sana.
Desde el área de Agricultura, se hace hincapié en el manejo de la colmena, que requiere del control de la sanidad y de su estado en forma periódica, aconsejando la no utilización de medicamentos en forma preventiva. Sólo debe utilizarse con fines curativos. Por otra parte, sugiere realizar los tratamientos sanitarios con productos aprobados por SENASA, los que no deben efectuarse en la época de cosecha.
Asimismo, los técnicos hacen referencia a la necesidad de tener en cuenta diversos aspectos que tienen que ver con el manejo de sustancias tóxicas, el transporte, las condiciones de la sala de extracción y fraccionamiento, la manipulación de los equipos y el producto, la limpieza, el aseo e indumentaria personal y el cuidado de los envases, entre otros.