Aunque el informe se refiere al período enero-agosto del corriente año, en verdad, los envíos a Irlanda, como al resto de los países europeos, se reiniciaron a partir del 1 de febrero pasado tras la reapertura del mercado comunitario para las carnes argentinas luego de la crisis de la fiebre aftosa, por lo que el balance corresponde al movimiento de sólo siete meses.
Las preferencias de los importadores irlandeses se inclinaron por los bifes angostos, de los cuales demandaron 4.615 toneladas a 23.767 dólares, seguidos de pulpas de cuadril (4.378 toneladas a 22.547 dólares) y lomo (2.023 toneladas a 10.418 dólares), señala la información. (Télam).-