Mientras que esta campaña se inició con condiciones desencontradas cuando, por un lado, las condiciones climáticas eran más mucho más favorables que las del año pasado y, por el otro, los márgenes tenían perspectivas desalentadoras, finalmente a mediados de junio el panorama cambió. Es que se produjo un cambio en la pendiente del precio del trigo nuevo y su evolución positiva fue mejorando márgenes. Aunque continúa la incertidumbre respecto de la comercialización, es de esperar que se superen las 4 millones de has de trigo en el país. Tal como destacaron los ingenieros de GEA, "se observa que hay potencialidades en las principales zonas trigueras de Buenos Aires tanto en la zona este, el centro y, fundamentalmente, al sudeste de la provincia, donde las condiciones de humedad del suelo son muy favorables".
Provincia por provincia, la superficie sembrada en Buenos Aires ascendería a 2,20 millones de has, en Córdoba 500 mil has (se observa un crecimiento aunque sigue estando por fuera de las anteriores campañas), en Santa Fe a 380 mil has (en el norte santafesino se destaca la recuperación de las coberturas trigueras en tanto que en el sur los aumentos fueron más moderados) en La Pampa a 110 mil has y en el resto del país a 600 mil has (en este último ítem se destaca la recuperación de Santiago del Estero, Chaco, Tucumán, y Salta).
Por otro lado, desde GEA señalan como factor a tener en cuenta en esta campaña lo que se prevé para el clima de la cosecha gruesa. "Se ha instalado desde julio un episodio de enfriamiento sobre el Océano Pacífico Ecuatorial que afectará la próxima campaña agrícola Argentina. Esto enciende la alerta en los productores que ven con mayores dificultades las posibilidades de recrear con éxito los cultivos de verano, como la soja, y refuerza las intencionalidades de trigo en el sudeste bonaerense que a pesar de los retrasos tiene tiempo hasta la tercera o cuarta semana de agosto. También dispone de la capacidad de siembra necesaria para materializar las implantaciones en cuanto haya un desahogo de los excesos de agua".
Lo contrario sucede en el oeste del país, puntualmente sur de Córdoba, este de Buenos Aires y sobre todo en La Pampa. En esta última provincia nuevamente las condiciones de sequía tienen bajas posibilidades de revertirse. Un informe climático consultado por GEA que acompaña al trabajo de la BCR expresa que "pedir lluvias superiores a los 20 milímetros, necesarias para las camas de siembra en los próximos quince días para estas zonas mediterráneas es estadísticamente improbable. Por lo tanto requiere la aparición de eventos anómalos para concretar las ansiadas recargas".
Fuente: Camponova
