A las márgenes del Río Ongolí, a 12 kilómetros de la capital Catamarqueña, sobrevive la Colonia de Nueva Coneta, un aparcelamiento de tierras de unos 3.600 hectáreas por un lado y 3.900 por otro, que fueron pensadas para la actividad agrícola-ganadera en los años 60. Todos recuerdan, en la Colonia, y cómo olvidarlos, los años fértiles en que se produjeron 10 millones de kilos de tomate. Curiosamente, fueron los finales de los 70 y algo de los 80, cuando todo era gris en la Argentina.
Por ese entonces, la Colonia ya tenía unos diez u once años de vida productiva, y además del tomate primicia