“La situación en la provincia es más que preocupante, quizás acá en Fiambalá se lo sienta un poco más. El hospital tiene lo mínimo indispensable. De cuatro médicos que teníamos en el mes de julio, ahora tenemos dos. Nosotros hacemos lo que podemos”. Dijo el profesional.
Uno de los médicos que estaba realizando guardias era el Dr. Octavio Rodríguez, quien este mes dejará de cumplir sus funciones debido a que no se realizó desde el ministerio el debido contrato prometido hace un tiempo atrás.
Igual situación atraviesa la doctora Valeria Castro, oriunda de Fiambalá, la cual cuenta con notables capacitaciones en distintas especialidades, quien se desempeñaba en la ciudad de Córdoba y decidió regresar a Fiambalá –bajo promesas- para desempeñar sus funciones en este hospital y hasta el momento no le cumplieron ninguna de las propuestas que oportunamente le realizaron, por ese motivo en caso de seguir con esta situación, lastimosamente deberá regresar a la ciudad mediterránea.
Cabe recordar también, que hay profesionales médicos que hace mas de tres meses que no les pagan sus haberes, debiendo trabajar inhumanamente más horas y días de lo debido, destacando su profesionalismo y vocación de servicio que lamentablemente no es valorado por el gobierno.
Situación similar a ésta, le pasó el anterior director del nosocomio Fiambalense, el Dr. Fernando Acosta, quien luego de haber declarado por los medios de prensa la verdad y realidad que estaba pasando esa institución sanitaria, se le “aceleró” inmediatamente el traslado que había solicitado meses anteriores.
Días atrás, la jefa del A.P.Nº10, Sofía Bellido, declaraba paradójicamente a la verdadera realidad de los hospitales, que en su área se habían solucionado cerca de un 90% las diferentes problemáticas y falta de insumos. Al parecer la médica, siendo jefa de área, no está enterada lo que está pasando en Fiambalá y no le preocupa que en Palo Blanco hace más de un año que están sin profesional médico. Agregando también, que actualmente si un enfermo debe ser trasladado por cualquier urgencia, sus familiares deberán pagar el combustible porque el hospital no cuenta con los fondos necesarios.
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