La forma de vida “civilizada” nos lleva a alejarnos tanto de la naturaleza que nos volvemos adictos a formas de alimentación totalmente artificiales (harinas refinadas, golosinas, frituras, fast food). La adicción a alimentos industrializados con gran falta de frutas y verduras y granos en estado natural es exacerbada y sostenida por un síndrome de ansiedad que se extiende asociado al consumismo. “Más quiero poseer, más compulsivo y ansioso me pongo”.
La tiranía de la ambición asociada muchas veces a las ansiedades personales llevó a una asociación entre estrés y síndrome metabólico, que son un círculo vicioso y eterno.
Solamente tratando el estrés, la visión del estilo de vida que tiene cada persona, los tiempos que se concede a una actividad física placentera y a un hobbie, se puede pensar en revertir el síndrome metabólico por estar tan asociado a los hábitos de vida y al equilibrio mental de la persona.
Comer sin pensar, vivir sin pensar, ser consumista compulsivo son las principales razones que conducen a la sociedad civilizada a una pandemia de síndrome metabólico cuyas consecuencias son las enfermedades cardio y cerebro vasculares.
Muchas personas repiten eternamente la frase “a mí me gusta comer”, y la repregunta sería “¿a quién no?”. Si no hubiera placer en el comer no tendríamos el reflejo de supervivencia. Lamentablemente este reflejo se envició y a diferencia de los animales, que comen por verdadero hambre, el ser humano es el único que come por nervios, depresión, placer, y no por verdadero hambre.
La forma más lógica de tratar esta pandemia es cambiar la mentalidad de la gente para que se vuelvan más pensantes a la hora de organizar sus hábitos.
Cómo lograr buenos hábitos alimentarios
* Incorporar a las comidas diarias semillas de chía, sésamo, girasol y lino.
Según la tolerancia digestiva (si produce distensión abdominal) conviene agregar de a una por vez las semillas, para probar la tolerancia.
* Las semillas se pueden mezclar, todas o algunas de ellas. Según el gusto, comerlas con, frutas cortadas, ensalada de frutas, tostadas con queso untable, yogurt, sopas crema o ensaladas de verdura.
* La dosis de semillas diaria será según el gusto, la tolerancia digestiva o el peso del paciente. Se recomienda entre cuatro a ocho cucharadas soperas de la mezcla a lo largo del día.
* En la práctica para lograr un vaciamiento lento del estómago se deben comer las harinas junto con las fibras, como por ejemplo: pastas y arroz siempre mezclados con todo tipo de verduras. Pan y galletitas hechos de harinas integrales y mejor aún con gran cantidad de semillas. Postres o dulces hechos a base de frutas e ingeridos luego de la ingesta de fibras antes mencionadas.
Seminario: la obesidad desde una visión orthomolecular
La doctora María Alejandra Rodríguez Zía es médica endocrinóloga y dictará un seminario de Obesidad desde la Visión Orthomolecular destinado a profesionales de la salud. Será en la Universidad Católica Argentina (UCA), el próximo 30 de septiembre.
Estrés como origen del síndrome metabólico, obesidad como enfermedad inflamatoria, neurotransmisores, insulinoresistencia, fisiopatología y dieta antiinflamatoria serán algunos de los temas que se desarrollarán, además de la presentación de casos clínicos.
Informes: [email protected] / 4801-9965
Fuente: saludable.infobae.com