Esta planificación impulsa la puesta en común de conocimientos sobre Salud Mental y adicciones que no están desarrollados en las carreras concurrentes al campo de la salud, y propone una articulación entre registro de acciones y gestión de dispositivos de vanguardia, a la altura de las situaciones actuales.
Uno de los objetivos, es el trabajo permanente en la desestructuración de los prejuicios (enfermo mental como loco y peligroso, adicto como delincuente y dañino) que hacen como uso milenario la discriminación hacia las personas padecientes de cuadros de distinta índole de la Salud Mental, así como de los comportamientos compulsivos y repetitivos.