BUENOS AIRES, febrero de 2013.- En la Argentina, es muy bajo el porcentaje de personas con asma que logra controlar1 esta enfermedad crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por la inflamación de los conductos por los que circula el aire dentro de los pulmones.2 El estudio Asthma Insights and Management in Latin America halló que solo el 5% de los cuadros podría realmente ser clasificado como asma bajo control, según los actuales criterios de la Iniciativa Global para el Asma (GINA).1
Esta realidad choca con la percepción de los pacientes, ya que el 77% cree que controla la enfermedad.1 Esa misma brecha entre lo que las personas con asma piensan sobre el control de su enfermedad y lo que realmente ocurre en su vida cotidiana también fue observada en los otros países que participaron del estudio –Brasil, México, Puerto Rico y Venezuela–, que en total evaluó a 2169 pacientes adultos con asma y padres de pacientes adolescentes.1
“Son varios los factores que contribuyen a la falta de control del asma: el subdiagnóstico de la enfermedad, y el hecho de que los tratamientos no están adecuados a lo que las guías internacionales requieren, lo que hace que el asma en muchos países de Latinoamérica, e incluso en la Argentina, se sigue tratando con broncodilatadores, lo que resuelve el síntoma del broncoespasmo, pero no la inflamación, que es la causa esencial del asma bronquial”, afirmó el doctor Hugo Neffen, jefe de Unidad de Medicina Respiratoria del Hospital de Niños Orlando Alassia, de Santa Fe.
Recientemente, fue lanzada en la Argentina una nueva combinación de medicamentos para el control del asma que incluye un corticoide inhalable (el furoato de mometasona) y un broncodilatador de larga duración (el fumarato de formoterol), que está indicada para pacientes mayores de 12 años.3 “Esta combinación ofrece una interacción positiva ya que logra un mejor control del asma y ayuda a disminuir las crisis con menores dosis de esteroides inhalados”, comentó el doctor Jorge Máspero, director médico de la Fundación para la investigación y difusión de las enfermedades respiratorias, alérgicas y otras (CIDEA), que realizó el citado estudio.
“La asociación entre corticoides inhalatorios y broncodilatadores de larga duración (LABA) ha demostrado ser la mejor opción farmacológica para el tratamiento del asma no controlado –señaló el doctor Neffen–. Los corticoides, además de su efecto antiinflamatorio, favorecen la expresión de los receptores Beta, que son aquellos sobre los que actúan los LABA para ejercer su efecto relajador del músculo liso bronquial. Por su parte, los LABA favorecen la entrada de los corticoides inhalatorios al núcleo celular, hecho imprescindible para que puedan realizar sus efectos antiinflamatorios. Así se explica por qué la terapia combinada con estos fármacos potencia los efectos farmacológicos, antiinflamatorios y broncodilatadores de cada uno de ellos.”
Rapidez de acción y seguridad
Caracterizada por episodios agudos o exacerbaciones que se manifiestan a través de síntomas como silbidos al respirar (sibilancias), sensación de presión en el pecho, dificultad para respirar y tos,2 el asma es una enfermedad que cuando no se encuentra controlada en forma adecuada puede limitar significativamente las actividades cotidianas de las personas, causando ausentismo escolar y laboral, y menor productividad.1
Según la encuesta de CIDEA, en la Argentina el 42% de las personas con asma siente que los síntomas de su enfermedad limitan sus actividades cotidianas;1 además, el 65% de los encuestados reconoció que su capacidad para realizar deportes y otras actividades recreativas estaba limitada por la enfermedad.1 En el caso de los pacientes adolescentes, el 45% perdió días de clases a causa de sus síntomas.1
En ese contexto, opinó el doctor Neffen, el nuevo medicamento para el asma disponible en la Argentina ofrece varias ventajas, pues combina un corticoide inhalable más seguro con un broncodilatador de larga duración muy efectivo: “La nueva combinación incluye formoterol, un broncodilatador de larga duración y rápido comienzo de acción, lo que le permite al paciente sentir alivio inmediato, y mometasona, un corticoide inhalatorio que en comparación con otros corticoides tiene un mejor perfil de seguridad, lo que posibilita su uso a largo plazo con el objetivo de alcanzar y mantener el control del asma, y brindar de esta manera una mejor calidad de vida a las personas que padecen esta enfermedad inflamatoria crónica de alta prevalencia en nuestro país”, resumió el doctor Neffen.
“En la Argentina, el asma bronquial la padecen, con diferentes grados de severidad, aproximadamente, unos 4 millones de personas”, agregó el especialista, ex presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica. Se estima en unos 300 millones el número actual de personas con asma en todo el mundo,4 de los cuales unos 43,3 viven en América latina y el Caribe.4
Referencia:
1. Asthma Insights and Management in Latin America. “Latin America Asthma Insight & Management Survey”
2. Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NIHLB). “Asma. ¿Qué es?” Disponible en: http://www.nhlbi.nih.gov/health/dcisp/Diseases/asthma/asthma_whatis.html consultado el 9 de agosto de 2012
3. MSD. Dulera.
4. Global Initiative for Asthma. Global Burden of Asthma. Disponible en: http://www.ginasthma.org/reports-global-burden-of-asthma.html Consultado el 9 de Agosto de 2012
