"Mientras tanto, en los medios de comunicación abundan los mensajes y las imágenes de contenidos sexual o erótico, la mayoría de las veces con errores de concepto, roles sexistas y carencia de los valores humanos que hacen de la sexualidad una parte muy valiosa de las personas", afirma la Dra. Alicia Figueroa, Miembro del Comité de Desarrollo del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM).
El informe revela que la familia, suele contemplar estos estímulos y contenidos guardando un silencio temeroso de hacer daño si toca estos temas con los hijos e hijas, o anclados en el mito tan trillado de que dar educación es sinónimo de estimular a los chicos a una desenfrenada actividad sexual y dar permiso a todo tipo de excesos.
“Lejos de ello, las familias que abordan esta problemática con sus hijos inauguran un canal de diálogo que protege a los chicos de los mitos, la ignorancia y la soledad a la hora de afrontar decisiones, procurar cuidado y construir una sexualidad responsable”, detalla.
A pesar de que el 100 % de los adolescentes dijeron conocer el preservativo, sólo el 88 % dijo que también conocía las píldoras anticonceptivas, un 10 % menos que las madres quienes afirman conocerlas en un 98 %.
Al diafragma lo conocen el 88 % de las madres mientras que menos de la mitad de sus hijos saben de su existencia. De igual manera el 68 % de las adultas afirmaron conocer la existencia de la PAE (píldora de emergencia) mientras sólo el 48 % de sus hijos dijeron conocerla.
Además de saber sobre la existencia de un método, las madres también tienen un poco más de información sobre la baja eficacia de ciertas prácticas muy utilizadas por los adolescentes que, en su desconocimiento, las valoran como muy efectivas.
Las madres desconfían acerca de la eficacia del método de las fechas en un 72% y del coitos interruptus (eyaculación fuera de la vagina) en un 70%.
En contrapartida, sólo el 36% de los varones y el 28% de las chicas consideran inseguro el CI o las fechas (20 y 28%), mientras que el 16 y 20% respectivamente suponen erróneamente, poco efectivo las pastillas anticonceptivas.
Cuando se les pregunta por la eficacia de los anticonceptivos orales, tanto madres como hijos desconocen su real efecto como método para evitar el embarazo: utilizadas correctamente, tienen una eficacia del 99.9 % ya que inhiben la ovulación, y al no haber óvulo no hay posibilidad de embarazo.
Sin embargo, sólo el 60% de las madres piensan que la pastilla es un método muy seguro; mientras el 44% de los varones y 52% de las chicas opinan lo mismo y valoran esta efectividad como la principal ventaja del método.
Al preguntarles sobre las posibles desventajas de las pastillas, el 20% de las mujeres y el 24% de los varones consideraron negativo que no aporten protección contra las ITS (infecciones de transmisión sexual).
{adr}El uso simultáneo del preservativo agrega la protección necesaria contra las ITS. Sin embargo, sólo el 84 % de las chicas y el 96 % de los varones utilizarían un método para prevenir ITS.
Si bien la totalidad de las y los adolescentes manifestaron que actualmente no tienen deseos de tener un hijo, no todos están dispuestos ha utilizar un método anticonceptivo seguro que les permita ejercer esa elección de prevenir el embarazo.
El estudio reveló que el uso sistemático de un método, es decir, el uso correcto en todas y cada una de sus relaciones sexuales, es aún poco frecuente: sólo el 16% de los varones y el 36% de las mujeres afirman que siempre utilizarían un método anticonceptivo.
Para los varones la disminución del placer (24%) o que les resulta incómodo (32%) ocasiona que no usen protección.
Para las mujeres, los principales motivos para no utilizar un método anticonceptivo son que les da vergüenza comprarlo o pedirlos (28 %), les da vergüenza ir al médico (16%) o no recuerda utilizarlos (12%).
El Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) es una asociación civil cuyo objetivo es contribuir a mejorar la salud de la mujer a través de información, orientación y educación.
El espacio cuenta con un comité científico formado por médicos y un comité técnico conformado por Organizaciones no Gubernamentales tales como Family Health International (FHI), Pathfinder International, y apoyados por el Fondo de Población de Naciones Unidas (U.N.F.P.A.), USAID e International Planned Parenthood Federation (IPPF).(Telam)
