Cabe recordar, que los depósitos de huevos pueden permanecer hasta 1 año para hacer la eclosión, por lo que es oportuno eliminarlos de nuestras viviendas. La funcionaria señaló que “en un estudio, en forma conjunta con la Secretaria de Agua y Ambiente, se ha determinando que la mayor cantidad de índices larvarios se encuentra adentro de los domicilios”. Este análisis estableció que los mayores reservorios son los bebederos de las mascotas, por lo que deben ser cepilladas sus paredes para combatir el huevo, también se encontró larvas en los floreros y tachos de 200 litros que tienen acumulada agua.
El objetivo principal de la segunda etapa, señaló Orellana que es “tratar de eliminar más allá del cacharro estos reservorios de agua para que no permitamos la supervivencia del huevo” y resaltó “Hoy la enfermedad esta controlada, pero sigue estando el huevo, por lo que debemos trabajar en la prevención para minimizar el impacto que pueda traer el verano y las altas temperaturas”.
La segunda etapa, que ya dio inicio, consiste en una tarea más minuciosa, porque se visita los domicilios haciendo hincapié en la eliminación de los reservorios de agua y en la educación para llegar al mes de octubre con una ciudad seca y limpia.