Andrea Gómez, psicóloga especializada en sexualidad y miembro del Comité de Desarrollo del Celsam, indicó que "muchos adolescentes pueden tener su primera experiencia sexual en el verano y no siempre llegan a esa instancia conociendo los métodos anticonceptivos y de prevención de las infecciones de transmisión sexual".
Una investigación realizada por Celsam entre grupos de adolescentes resaltó que aún conociendo los métodos anticonceptivos, hay jóvenes que no los usan por prejuicios.
Para las chicas, según ese estudio, usar pastillas anticonceptivas es mostrarse como rápida y dispuesta a tener sexo y algunas de ellas, creen que el varón es quien debe cuidarse, conocer cómo colocarse el preservativo y comprarlo.
Cuando su compañero no tiene preservativos a mano o no se lo coloca, los especialistas notan que muchas adolescentes no exigen su uso por temor a ser rechazadas.
En tanto, los varones algunos suponen que el hecho de llevar preservativo podría mostrarlos como sexópatas.
Gómez opinó que "esas expresiones dejan ver cómo los roles de género, es decir, los roles que define la sociedad sobre cómo deben ser y qué se espera de una mujer y un varón, persisten y atentan contra el derecho y la autonomía para decidir y exigir cuidarse en las relaciones sexuales".
"No es suficiente con conocer los métodos sino que es necesario ampliar y difundir una perspectiva de género equitativa e igualitaria, en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y varones" aseguró.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el método anticonceptivo recomendado por excelencia para los adolescentes a la hora de encarar una relación sexual es la combinación de pastillas anticonceptivas y el preservativo.
Las pastillas con su alta eficacia y reversibilidad, brindan una protección del 99.9% en la prevención del embarazo no planificado.
El preservativo, a su vez, es el único método que protege de infecciones de transmisión sexual.
Karina Iza, ginecóloga del Celsam, señaló que "los adolescentes suelen tener relaciones sexuales sin planificación previa y a veces en lugares poco cómodos, por lo tanto las pastillas anticonceptivas por no requerir de su aplicación en el mismo momento de la relación sexual son una muy buena opción".
Pero insistió, en que los métodos anticonceptivos "deben estar acompañados del uso sistemático del preservativo para prevenir las infecciones de transmisión sexual, situación que muchas veces es dejada de lado cuando los jóvenes se encuentran bajo los efectos del alcohol u otros estímulos".
El Celsam aconsejó en el informe, que antes de salir de vacaciones es conveniente que las adolescentes realicen una consulta con el ginecólogo de confianza, para que el profesional les explique cómo cuidarse y elegir el método más adecuado.
También, recomendó que tanto las chicas como los chicos lleven preservativos, tengan o no decidido tener relaciones sexuales.
Señaló que si surge la posibilidad de un noviazgo, es posible que este sea fugaz o dure lo que duran las vacaciones y no siempre habrá tiempo para realizar análisis médicos a fin de conocer la salud del compañero o compañera.
Añadió que los jóvenes tampoco deberían sentirse obligados o presionados para tener relaciones sexuales, por lo cual eso debe ser una decisión personal, profunda y segura.
