La salud mental, como parte inseparable de ese todo que es la salud humana, ha ingresado a la Argentina en el amplio espectro de temas sociales protegidos por la idea fuerza que moviliza y da sustento a todas las acciones que impulsa el Gobierno Nacional: ampliación de derechos que procura cerrar injustas brechas sociales, favoreciendo la inclusión de los que por décadas quedaron a la vera del camino.
Hablar de salud mental, es hacer referencia a un complejo interjuego entre componentes y aspectos históricos, sociales, económicos, biológicos y psicológicos que nos permita llevar adelante los desafíos de la propia vida y de la comunidad en la que vivimos; dejando atrás la mirada que se centraba en la enfermedad.
Salud mental es la capacidad para usar los recursos de los que se dispone y reinventar otros, es la cantidad y calidad de lazos sociales que se establecen, es ejercer los derechos que todos tenemos, es tiempo de diversión, ocio y esparcimiento, es cumplir con las metas que nos proponemos individual y colectivamente, es inclusión en redes sociales, afectivas y laborales.
En esta perspectiva, la atención de la salud mental y las adicciones debe realizarse en los Centros de salud y en los hospitales generales. El rechazo de pacientes será considerado un acto discriminatorio.
En lo que respecta a los manicomios, deberán adaptarse paulatinamente a los principios de la Ley hasta su sustitución definitiva. Deberán promoverse dispositivos de atención comunitarios para garantizar el acceso a la salud mental de todos los ciudadanos que padezcan algún sufrimiento mental.
Un camino hacia la inclusión
Desde El Ministerio de Salud a través de la Subsecretaría de Salud Mental y Adicciones, se inició un trabajo continuo para la apertura de servicios de salud mental en todos los hospitales generales de la provincia, para que ningún catamarqueño tenga que ser aislado de su comunidad para recibir atención en salud mental.
En consonancia con el articulado de la Ley que insta a la atención de la salud mental y las adicciones en hospitales generales, en junio de 2013 se abrió la primera sala de internación de Salud Mental y Adicciones en el Hospital Interzonal San Juan Bautista; se habilitaron camas de internación en el Hospital de Niños Eva Perón y la atención de urgencias y crisis en sus guardias.
Además, priorizando el desarrollo de acciones en el interior de la provincia, se acompaña capacitando, asesorando y monitoreando de cerca sus transformaciones, logrando en los municipios de Santa María, Paclín, Pomán, Capital, Valle Viejo, Belén, Fiambalá, Recreo, Tinogasta, Andalgalá, Saujil e Icaño, se atiendan e internen problemáticas de Salud Mental y Adicciones, en sus hospitales generales.
En relación a capacitaciones, se formó a más de 500 efectores de salud entre los meses de marzo y septiembre de 2013, en Intervención en Crisis de Salud Mental y Adicciones; manejo de la mediación psiquiatrita; intervención en intentos de suicidio y lineamientos de atención del consumo excesivo episódico de alcohol e intentos de suicidio en adolescentes, atención de las adicciones en Atención Primaria de la Salud, protocolos de intervención y derivación, entre otros. Asimismo, se capacitó al personal del SAME, elaborando en forma conjunta el Protocolo de Intervención y Derivación en Urgencias de Salud Mental.
En la actualidad se encuentran trabajando en la actualización de la legislación provincial, relacionada con el derecho humano a la protección de su salud mental, logrando media sanción de la adecuación provincial a la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657/10, de la ley de inclusión del Acompañante Terapéutico al sistema de salud, avanzando en la reglamentación de la ley provincial de lucha contra el uso excesivo de alcohol.
Por otro lado, se iniciaron las gestiones pertinentes ante la procuraduría del Poder Judicial de la provincia para abrir la convocatoria para la creación del Órgano de Revisión; conforme lo dicta el Art. Nº 38 de la Ley Nacional de protección de la Salud Mental.
Es necesario remarcar, que la Subsecretaría, postula como necesario llamar la atención sobre dos aspectos fundamentales para conseguir una buena Salud Mental en Catamarca: la lucha contra los prejuicios y el estigma asociado a las personas con enfermedades o padecimientos mentales; y el trabajo para la integración social, laboral y cultural de los mismos, para lograr una sociedad más justa e inclusiva.
Así emprendieron diálogos y articulaciones que involucran a todos los sectores y disciplinas para accionar en pos de promover la salud mental en la comunidad. Asesorando permanentemente a municipios para la creación de proyectos de promoción y prevención de la salud mental, Juzgados en la implementación de los nuevos paradigmas que sostiene la Ley Nacional de Salud mental, Escuelas, ONGs, Instituciones Públicas y Privadas; Fuerzas de Seguridad, Clubes deportivos en el manejo de situaciones vinculadas a problemáticas de Salud mental y adicciones.
¿Alguna vez escuchaste estos prejuicios y estigmas?
Es habitual que, a la hora de contratar personal, los empleadores tengan estos prejuicios sobre las personas que tienen o tuvieron algún padecimiento mental:
“Pueden ser peligrosos para con el entorno laboral”.
“No tienen buena imagen con los clientes”.
“No rinden en el trabajo”.
“Son impredecibles, no se sabe cómo van a reaccionar”.
“No tienen constancia en el trabajo”.
Es común que las personas que tienen o tuvieron algún padecimiento mental piensen de sí mismas:
“A mí no me van a tomar”.
“Si se enteran que yo estuve en un psiquiátrico me van a echar”.
Derechos de las personas con padecimiento Psíquico:
1. Derecho al trabajo y empleo.
2. Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad.
3. Derecho al igual reconocimiento como persona ante la ley.
4. Derecho al acceso a la justicia.
5. Derecho a la participación en la vida política y pública.
6. Derecho a la participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte.
Determinantes de la salud mental
La salud mental individual es determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos. Por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien conocido para la salud mental de las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo nivel educativo. La mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos.
También hay factores de la personalidad y psicológicos específicos, que hacen que una persona sea más vulnerable a los trastornos mentales. Estos últimos también tienen causas de carácter biológico, dependientes, por ejemplo, de factores genéticos o de desequilibrios bioquímicos cerebrales.
Promoción de la salud mental
La promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que propicien la salud mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Entre ellas hay una serie de acciones para aumentar las posibilidades de que más personas tengan una mejor salud mental.
El clima de respeto y protección de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos y culturales básicos es fundamental para la promoción de la salud mental. Sin la seguridad y la libertad que proporcionan estos derechos resulta muy difícil mantener un buen nivel de salud mental.
Las políticas de salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental. Para ello hay que incorporar la promoción de la salud mental a las políticas y programas no solo del sector de la salud, sino también de los sectores público y privado en aspectos como la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social.
La promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias intersectoriales. Entre otras formas concretas de fomentar la salud mental se pueden mencionar:
• Las intervenciones en la infancia precoz (por ejemplo, visitas a domicilio a las embarazadas, actividades psicosociales preescolares y ayuda nutricional y psicosocial conjunta a las poblaciones desfavorecidas).
• El apoyo a los niños (por ejemplo, programas de creación de capacidades y programas de desarrollo infantil y juvenil).
• La emancipación socioeconómica de la mujer (por ejemplo, mejora del acceso a la educación y concesión de microcréditos).
• El apoyo social a las poblaciones geriátricas (por ejemplo, iniciativas para hacer amistades y centros comunitarios y de día).
• Los programas dirigidos a grupos vulnerables, y en particular a las minorías, los pueblos indígenas, los migrantes y las personas afectadas por conflictos y desastres (por ejemplo, intervenciones psicosociales tras los desastres).
• Las actividades de promoción de la salud mental en la escuela (por ejemplo, programas de apoyo a los cambios ecológicos en la escuela y escuelas amigas de los niños).
• Las intervenciones de salud mental en el trabajo (por ejemplo, programas de prevención del estrés).
• Las políticas de vivienda (por ejemplo, mejora de las viviendas).
• Los programas de prevención de la violencia (por ejemplo, iniciativas de colaboración ciudadana con la policía), y los programas de desarrollo comunitario (por ejemplo, iniciativas de colaboración ciudadana y de desarrollo rural integrado).
Más acciones
En el año 2012, se creó el primer equipo de intervención en crisis de salud mental y adicciones, que lleva realizadas más de 200 intervenciones en Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú. Durante el mes de abril de 2013, se inauguró el Nuevo Centro Integral de Salud (CIS), primer centro del país que cubre integralmente atenciones de salud general, cuenta con un servicio especializado en adicciones, con una apertura a la comunidad, buscando principalmente derribar la barrera del estigma y discriminación por el sufrimiento de un problema de adicciones. También durante el mes de agosto, se dio apertura al primer Núcleo de Acceso al Conocimiento (NAC) que funciona en el CIS, el cual permite aportar una verdadera inclusión sociosanitaria, avanzando sobre los determinantes de la salud.
