El estudio realizado por la Sociedad Internacional de Hipertensión, fue llevada a cabo en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, informó la cadena británica BBC.
Se trata de uno de los primeros estudios que investigan a nivel mudial, la extensión y distribución de la carga de esta enfermedad cardiovascular.
La hipertensión es un trastorno caracterizado por presión sanguínea crónicamente alta y si no se le controla puede conducir a derrames cerebrales, insuficiencia cardiaca o infartos.
La presión sanguínea está determinada por la cantidad de sangre bombeada por el corazón y por el tamaño y condición de las arterias.
Cuando se toma se presentan dos lecturas -la presión sistólica y la diastólica- que se miden en milímetros de mercurio (mmHg) .
La primera se refiere a la fuerza de la sangre expulsada del corazón cuando éste late para bombear alrededor del cuerpo, y la diastólica es la presión cuando el corazón se está llenando de nuevo con sangre en preparación para el siguiente latido.
Para la mayoría de la gente es deseable una presión sanguínea de menos de 130/85 mmHg.
Para la investigación, los científicos compararon las tasas de la enfermedad según edades, sexo y regiones del mundo en el año 2001.
Encontraron que la hipertensión había causado 7,6 millones de muertes prematuras (un 13,5% del total global) y 92 millones de discapacidades.
Según los autores del estudio, 54% de los accidentes cerebrovasculares y 47% de las enfermedades cardiacas en el mundo se debieron a hipertensión.
Más de la mitad de estas enfermedades ocurrieron en personas con una presión sistólica de 140 mmHg y de entre 45 y 69 años de edad.
La investigación reveló que el 80% de las muertes por hipertensión ocurrieron en los países de bajos y medianos ingresos.
Mientras que en los países ricos hubo 1,39 millón de muertes, la cifra alcanzó 6,22 millones en los países en vías de desarrollo.
Aunque la hipertensión puede causar dolores de cabeza, mareos y problemas de visión, la mayoría de la gente no presenta ningún síntoma en absoluto y por eso se la llama "el asesino invisible".
Según Stephen MacMahon, uno de los autores del estudio, "la tasa de la enfermedad es cinco veces más grande en los países de bajos y medianos ingresos que en los países ricos".
"Y si embargo, en esas regiones sólo tienen acceso a menos de 10% de los recursos globales para tratamientos", agregó.
Según la Organización Mundial de la Salud, unas 17 millones de personas, un 30% de la población mundial, mueren cada año por algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Y la hipertensión -junto con otros factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad, el tabaquismo y la inactividad física- son responsables de hasta 90% de estas muertes.(Telam)