Gracias al efecto combinado de los nuevos materiales y del uso de la informática, el avión del futuro imitará cada vez más el vuelo de los pájaros. Utilizará alas aéreo elásticas que se tensarán como los músculos y se juntarán en vuelo, al mismo tiempo que su ancho y longitud podrán variar hasta un 50%. Toda una revolución en la ingeniería aeroespacial, según informa Raul Morales de Science News. Técnicos norteamericanos han conseguido desarrollar un caza supersónico experimental controlado por el suave batir de sus alas