Incluso con esta huella de navegación se puede saber el contenidos de los mails, las cosas que se comparten en redes sociales, la ubicación exacta desde nos conectamos y la cantidad y tipo de dispositivo desde el que se lo hace.
Hay hackers que merodean las redes de Wi-Fi para poder perpetrar sus ataques pero también los proveedores de servicios, los operadores de motores de búsqueda, los responsables de correo electrónico y los administradores de sitios Web controlan esas conexiones.
De esa manera se recolectan y cruzan todos los datos. Por ejemplo, Google puede unir los mensajes de Gmail con el historial de búsquedas y promociona esto "como un gran beneficio para nuestra vida porque pueden adaptar los servicios a nuestras necesidades", explicó Paul Ohm, profesor asociado de la Escuela de Leyes de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, según publicó un diario porteño.
Para esto los expertos recomiendan no utilizar el servicio de correo electrónico de la misma empresa con la que se realizan búsquedas en Intenet, y leer las políticas y condiciones de uso.
Además, aconsejan usar sistema de mail que no tienen políticas de intromisión como HushMail, RiseUp y Zoho, y el buscador DuckDuckGo, que no rastrea las huellas ni filtra los resultados de búsqueda. infobae.com