Según datos del Enargas, existen 1924 estaciones de servicio con 9620 mangueras en todo el país. El flamante reglamento estipula dos mediciones por manguera, a la par de otras maniobras previas. Para poder cumplir con estos análisis, el INTI incorporará ocho equipos nuevos que se sumarán a la red de equipos móviles que estudian los surtidores de nafta. Con tres equipos con cabecera en el Parque Tecnológico Miguelete, uno en Córdoba, uno en Mendoza, uno en Salta, otro en la ciudad de Rosario y uno en Mar del Plata -desde donde se verificaran las estaciones de GNC de la Patagonia-, se cubre todas las zonas del país en las que el uso de GNC resulta relevante.
En el sur del país es prácticamente nulo el uso de GNC, dado que los planes promocionales para venta de combustible abaratan los costos de la nafta; por su parte el noreste argentino no cuenta con gasoductos, con lo que en consecuencia tampoco se utiliza este tipo de combustible.
Las transferencias de gas se dan entre productores y transportistas, que controlan no sólo el volumen, sino también la composición: el poder calorífico y la densidad pues lo que se comercializa es energía. La constante entre estas dos variables resulta clave a la hora de determinar la calidad del combustible que se está utilizando.
Constantino Martínez, miembro de la gerencia de Metrología Legal del INTI, explica que el gran desafío en esta temática consiste en homogeneizar la medición a lo largo de toda la cadena de gas, ya que en la etapa final, esto es cuando el usuario carga GNC, no le es posible corroborar dicha composición: “El dueño de la estación le paga al distribuidor por energía, pero el propietario de un auto compra una determinada masa de gas corregida por una constante cuyo cálculo está desfasado respecto al momento en el cual se efectúa el despacho”.
Uno de los objetivos de la nueva reglamentación es entonces que cada uno de los nuevos surtidores disponga de un registro continuo de una serie de variables, entre ellas, si se vio alterada la relación entre la densidad del gas y su poder calorífico. En estos controles, que son anuales, el INTI corroborará si se respetó lo que la ley indica.
Para los surtidores existentes, el Instituto realizará lo que se conoce como “ Aprobación primitiva de única unidad”, que implica que se recorrerán una a una todas las estaciones para regularizar los surtidores. “Esto significa hacerle los ensayos suficientes para comprobar que es apto para realizar correctamente la medición del gas y verificar la presencia de las inscripciones que exige la ley. Con esto, los que hasta ahora son simplemente equipos electromecánicos se transforman en instrumentos de medición. Por su parte, los surtidores que se instalen a partir del 31 de diciembre de 2015 deberán someterse previamente a estos ensayos”, aseguró Martínez.
Además de la incorporación de los ocho equipos para verificar los surtidores de GNC, el INTI instalará un laboratorio único en su tipo que reproducirá las condiciones de las estaciones de servicio. “Es una construcción que cumplirá con todas las medidas de seguridad, donde no vamos a usar GNC por razones de seguridad, pero sí nitrógeno. Allí controlaremos los medidores másicos, que son los que vamos a llevar a las estaciones, y lo vamos a comparar con pesas contrastadas contra el kilo patrón, que se encuentra en el centro de Física. El secreto de la medición es que sea trazable a la unidad de medida. Es por ello que, para poder introducirse en el mercado, los surtidores de GNC deberán pasar por este laboratorio”, indica Martínez.
